WARRIORS 98-GRIZZLIES 78 (3-2)

Marc Gasol, al borde del abismo ante un Stephen Curry de récord

El base de los Golden State Warriors anotó 18 puntos (todos ellos desde el triple) y deja a los Grizzlies a un partido de la eliminación en estos playoffs por el título.

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Los Golden State Warriors dieron esta noche otro paso más para continuar con su bella historia esta temporada. Vencieron, bien y con contundencia, a los Memphis Grizzlies (98-78) y se sitúan a un solo encuentro (3-2) de alcanzar las finales de la Conferencia Oeste 39 años después. Una proeza digna del equipo de un Steve Kerr que ha sabido dar con la tecla exacta en el momento adecuado. Todo era negro hace sólo un par de días y ahora el límite vuelve a ser el cielo.

Por su parte, Marc Gasol (18 puntos, 12 rebotes y 6 asistencias) y sus Grizzlies están a un paso de morir en la orilla. Consiguieron lo imposible en esta eliminatoria. O lo que casi todo el mundo consideraba imposible: darla la vuelta y ponerse en posición de sorprender. Pero su historia no es tan bella como la de los Warriors. Memphis saltó al Oracle Arena con la sensación de que el cielo podía desplomarse sobre sus cabezas en un abrir y cerrar de ojos. Tony Allen, el jugador referencia de un defensa hipercompetitiva y primordial en los pasados encuentros, no jugó por problemas en el muslo izquierdo. Y se notó. No en el primer cuarto, cuando los Grizzlies se soltaron y llegaron a ganar de 13, pero la máquina de los Warriors se puso en marcha.

Curry se puso el traje de MVP y anotó 15 puntos antes del descanso. Acabó con 18 (todos ellos desde el triple), 7 rebotes, 5 asistencias y 6 robos. Nada mal. El base bate récords como el que sale a la calle a por el pan. Con esta master class, Curry se convierte en el jugador que más rápido llega a los 100 triples en los playoffs (28 encuentros, por los 35 de Ray Allen), además de establecer su máximo número de robos en su carrera en la postemporada. Su habilidad remontó el encuentro ya en el primer cuarto (26-25) y amplió la ventaja a un +8 en el descanso.

Tras la vuelta de los vestuarios, la máquina de Kerr subió de marcha. La esencia de la Temporada Regular (una telaraña defensiva, espacios y alto ritmo ofensivo, y lanzamientos desde fuera) se presentó y los Grizzlies se sintieron empequeñecer. Klay Thompson no dudó en aprovechar la ocasión para llegar a los 21 puntos (máximo anotador del encuentro) y poner un +24 con una jugada de cuatro puntos. Apabullante y desmoralizador, pero aún hay vida en los Grizzlies, ¿no?