Hay una regla no escrita en la Euroliga que, si el Madrid no lo remedia, está a punto de volver a cumplirse: cada vez que Vassilis Spanoulis espera un hijo, este llega con un título continental debajo del brazo. Una casualidad que se ha cumplido en 2009, 2012 y 2013. En el primero de esos años en las filas del Panathinaikos (el equipo por entonces del base se llevó la Final Four de Berlín) y ya en los dos posteriores hizo lo propio con el Olympiacos. A su vez, como un reloj, se fueron sucediendo los nacimientos de Thanasis, Vassilis y Dimitris. Ahora, como pudo comprobar quien siguiera este viernes la retransmisión de la primera semifinal entre los del Pireo y el CSKA, Olympia Chopsonidou (su mujer, Miss Grecia 2006) vuelve a estar embarazada y a lo largo de este 2015 dará a luz a la primera hija del matrimonio.

Una paradoja que nadie deja pasar por alto estos días por Madrid. Y más cuando en el horizonte asoma una nueva final de la máxima competición continental. Sin embargo, la estrella griega niega cualquier tipo de conexión entre su familia y sus éxitos deportivos. “Puedo entender que la gente lo relacione con los título, pero yo no creo en nada de eso. Lo único que quiero es un bebé sano. Rezo por eso. Lo demás sería egoísta”, explicaba hace un par de meses a nuestros compañeros de ‘Eurohoops’.

Pero para tranquilidad de la afición blanca, a Spanoulis jugar en el Barclaycard Center (el nombre que por motivos de patrocinio recibe hoy en día el Palacio de Deportes) no le trae suerte. A pesar del triunfo de ayer viernes en la semifinal, sólo ha cosechado otra victoria más (en los cuartos de final del Eurobasket 2007) a lo largo de los ocho partidos que ha disputado en el pabellón madrileño. Un balance de dos encuentros ganados y seis perdidos. Tanto defendiendo los colores del Olympiacos como los de la selección griega (con el PAO visitó Vistalegre y la Caja Mágica), sufre una suerte de ‘maldición’ en la cancha situada en la Avenida de Felipe II. Ha perdido medallas u opciones de pelear por ellas y se ha dejado el pase a la Final Four de Milán de hace un año: todos partidos decisivos, muchos a vida o muerte. Unos precedentes a los que se aferran los seguidores blancos.

Dejando a un lado lo ocurrido en el pasado (“Intento siempre mirar hacia adelante”, ha repetido el propio Pablo Laso a lo largo de las últimas horas), la realidad es que Vassilis no sabe lo que es perder en una fase final de la Euroliga (7-0). Su figura encumbra a un equipo que compite y te absorbe como nadie. Es el líder, el general de un Olympiacos que ha disputado tres de las cuatro últimas finales de la máxima competición continental. No se rinde hasta el final. Todo lo contrario. Puedes conseguir frenarle durante 35 minutos, que parezca echarse una siesta en mitad de partido, pero a la hora de la verdad siempre aparece. Hay que contar con ello.

Lo de ayer es solo uno de tantos ejemplos, otro (de infausto recuerdo para los de Laso) puede ser su segunda parte en la final de Londres 2013: a base de triples despertó primero y acabó por alejar la Novena para el Madrid. El baloncesto es un deporte de equipo, pero cuyas historias acostumbran a estar protagonizadas por grandes jugadores. Spanoulis es uno de ellos, quizá el mejor de cuantos hay en Europa en la actualidad. Y no lo digo yo, lo dice Sergio Rodríguez. La figura del genio griego se agiganta entre el talismán de la paternidad y el 'gafe'n del Palacio. Este domingo, uno de los dos acabará.

Los números:

Balance de Spanoulis ante el Madrid (incluye los partidos jugados con el Panathinaikos y el Olympiacos): 7-7

Estadísticas ante el Madrid: 14,1 puntos, 2,3 rebotes, 4,4 asistencias, 3,7 pérdidas y 11,7 de valoración

Balance de todos sus partidos jugados en Madrid (con clubes y selección): 5-10

Balance de todos sus partidos jugados en el Barclayacard Center (con clubes y selección): 2-6*

*Ganó en cuartos de final del Eurobasket 2007 y en las semifinales de la Final Four 2015. Perdió en las semifinales (ante España) y en el partido por el bronce (Lituania) del Eurobasket 2007, los tres partidos de los cuartos de final de la Euroliga 2014 y en los octavos (Serbia) de la Copa del Mundo 2014.