Málaga revivió las mismas sensaciones de hace 20 años. Esta vez en juego estaba la segunda plaza y el Unicaja la dejó escapar ante un Barcelona contundente y magistral, que asfixio a los cajistas. La quinta derrota consecutiva relega a los de Málaga a la tercera plaza y le complica los cruces de playoffs.

El primer cuarto fue la antesala de un partido imposible para el Unicaja. La presión del Barcelona fue un éxito para los de Xavi Pascual. Los de la ciudad condal inauguraron el electrónico de un Carpena a abarrotar con un triple de Doellman. El Unicaja dio la cara y Kuzminskas sumó tres puntos (9-7) en la mitad del cuarto. La llave de la victoria la tuvo Pleiss. El pívot, con varias canastas consecutivas, hizo que los suyos se impusieran 15-21.

El segundo asalto fue más de lo mismo. Al Unicaja le fallaron las fuerzas y al Barcelona le sobró tiro. Una bandeja de Navarro nada más comenzar colocó el 15-23 y Doellman puso la guinda al pastel con un triple a falta de dos minutos para el final (23-33). Otros tres puntos, esta vez de Huertas, sentenciaron a muerte al Unicaja, que encaminó el túnel de vestuarios con un 27-40 sobre sus espaldas.

El tercer acto fue la crónica de una muerte anunciada. Los triples de Oleson y Abrines pusieron al Barça 27-46 y una nueva canasta de Abrines transformó el 28-48 y puso la máxima diferencia en el encuentro (+20). Unicaja lo intentó con un triple de Toolson en el minuto 25 (35-50). Finalmente, un Carpena boquiabierto contempló la imposibilidad de reacción de Unicaja ante el ataque blaugrana, que culminó con un 42-62.

El choque terminó de la misma forma que comenzó. Sobre la cancha malacitana un Barcelona intratable y un Unicaja al que le faltaba intensidad y le sobraban errores. La ventaja de +20 para los de Xavi Pascual siguió siendo la reina de la pista. Toolson y Green intentaron acercar a los suyos con dos canastas (46-62). Un triple de Markovic en el minuto 36 alegró a la afición (52-68). El marcador se tiñó con los colores blaugranas. Fran Vázquez finalizó con un mate que sumó dos puntos y dejó reflejado el 61-74 en el luminoso cuando sonó la bocina final. La falta de intensidad cajista, el juego imparable del Barcelona y las decisiones desafortunadas del árbitro fueron el cóctel para crear la quinta derrota consecutiva de Unicaja, al que se fue de las manos la segunda plaza.