GIPUZKOA BASKET 67-BALONCESTO SEVILLA 69

El Sevilla se salva y el Gipuzkoa aún deberá esperar al Manresa

Doblas tuvo el tiro para forzar la prórroga en un partido que gestionó mejor al final el cuadro de Casimiro. Si cae la Bruixa d'Or, el GBC habrá amarrado la permanencia

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El Sevilla alcanzó la permanencia en Donostia. Final a un año terrible que se recordará como una pesadilla sudorosa que por fortuna se quedó en susto. Y en el otro bando, esta vez no lo pudo hacer. El Gipuzkoa, tan justo como anda de efectivos y más si no puede contar con Iarochevitch y su último fichaje Abercrombie anda aún perdido, se está aferrando a la salvación desde la congoja, con tiros agónicos, prórrogas angustiosas y demás dramas. Pero esta vez falló el interruptor. No tuvo el oficio, o las piernas, de otras matinales. Es normal, alguna vez, muchas, tiene que salir cruz con una tropa tan exigua. Jordan, Franch, Grimau, Hanley y Doblas llevaron la voz cantante en el último cuarto para limar un 56-62 hasta un dominante 64-63. Un equipo que daría para vivir en LEB. La derrota del Fuenlabrada en Tenerife le hace divisar un panorama dulce, eso sí: si cae la Bruixa d'Or ante el Estu, estará salvado, aunque es posible que le valga hasta el triunfo, ya que los del Nou Congost tendrían que ganar al Madrid en la última jornada y el GBC caer ante el CAI para intercambiar la posición sobre el bocinazo de la liga regular.

El cuadro vasco sólo ganó un cuarto al Sevilla. Tuvo Doblas el tiro final para empatar y forzar la prórroga, a cuatro metritos, pero lo falló. En realidad salió mal el plan de Ponsarnau, que eligió a Jordi Grimau como destinatario en el arco del triple para llevarse el partido y renovar el pasaporte ACB. Pero Casimiro sobrecargó esa línea de pase y se optó por una opción improvisada.  

"Explícalo bien, que tengo dudas", clamaba Doblas a su técnico, pizarra en mano, en un receso previo. A falta de 51 segundos el pívot cántabro anotó un tiro libre y falló otro: 65 67. En el ataque siguiente erró Woodside y el balón se marchó fuera. Quedaban 26 segundos. El propio Doblas empató con diez por desgranar. Y Casimiro pidió en el penúltimo corrillo un flash, con los grandes en el tiro libre y Woodside partiendo de línea de fondo y recibiendo para luego doblar a Hernángomez, que hizo un mate de marciano con sabor a permanencia. Dejaron por delante los citados cuatro segundos que bloquearon al GBC.

El Sevilla gestionó mejor ese final. Un broche a un partido plagado de tribulaciones. Huskic salió de inicio para defender a Porzingis. El partido discurrió igualado, con diferencias que no se iban más allá de los seis puntos. Labor de desgaste y de nervios. Hernangómez y Dani Díez, dos joyas con pasado madridista, fueron las estrellas. Aunque Franch dio mucha vida a los locales. Cuando estos lo tenían en el punto deseado, para rematar, Doblas perdió una pelota en su habitual mareante juego de pies, Jordi Grimau falló un triple y luego erró Jordan. Muchos descuidos no forzados que el Sevilla no dejó pasar.