REAL MADRID

Pablo Laso y Nocioni vuelven a Vitoria como grandes campeones

El Baskonia hará el pasillo al Madrid y a dos de los ‘suyos’. Los de Vitoria necesitan un triunfo en los dos partidos que le quedan para poder atar el pase al playoff.

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Pablo Laso y Nocioni vuelven a Vitoria como grandes campeones
Felipe Sevillano

El Madrid afronta hoy en Vitoria el duelo aplazado por la Final Four. No se juega nada, todo lo contrario que un Laboral Kutxa que le hará el pasillo al campeón de Europa. Como se lo hizo hace un año tras la Copa. Son muchos los que se han alegrado en Álava por el éxito de dos de los suyos, de Pablo Laso, vitoriano de nacimiento y un jugador histórico del Baskonia, y Andrés Nocioni, que llegó al club con 19 años. Sus amigos los recuerdan.

Xabier Añua, el entrenador que hizo debutar a Laso, dice que “el Madrid juega ahora con el estilo y el ideario que siempre tuvo Pablo: la velocidad”. Y añade: “Tenía solo tres años cuando traje a su padre para jugar en el KAS y se ponía detrás del banquillo. En cuanto podía, nos robaba un balón y saltaba a la cancha. Luego se marchó a estudiar a EE UU y allí creció mucho. En su estreno en la ACB parecía una pulga rodeada de elefantes”. Añua da una clave en su evolución como entrenador: “Siempre fue una esponja y ha captado las enseñanzas de los técnicos que le han dirigido. Para mí, los que más le han influido son Herb Brown y Obradovic. Me emociona que ahora sea un grande de Europa”.

Hablamos también con dos de sus amigos íntimos, Patxi y Rubén González, este último explica: “Le puse el mote de botabolas y su padre, Pepe Laso, aseguraba que el bueno era su hermano pequeño, Boli, porque decía que Pablo tenía los dedos de las manos como morcillas. Luego Boli fue utillero y delegado del Baskonia y en la Copa de Granada se le olvidaron en el hotel los pantalones de su hermano, que le quería matar”. En unas vacaciones, unos chicos empezaron a reírse de Pablo y a llamarle “enano”. Les retó a un dos contra dos sobre la cancha y, junto a su amigo Patxi, ganó de paliza y en chancletas.

Nocioni también conserva buenos amigos en Vitoria, uno es Javi Buesa, con el que compartió vestuario. Buesa rememora el día que Dusko Ivanovic castigó a la plantilla porque el Chapu cantaba un tema (La Culona) en mitad de una charla. “En otra ocasión, se tropezó y se abalanzó sobre Dusko. Fue un accidente, pero el entrenador dijo que nadie se movía hasta que Nocioni no se disculpara. No sé cuánto tiempo estuvimos allí. Scola y Prigioni lo querían matar, pero el Chapu, erre que erre. Pensé que nos quedábamos a dormir... Lo arreglaron”.