En sus primeros Playoffs, Kyrie Irving está sufriendo un auténtico calvario como consecuencia de sus problemas físicos. El base de los Cavs está jugando con una tendinitis en la rodilla izquierda y un esguince en el pie derecho. Lo que, como se pudo volver a comprobar en el primer asalto del Hawks-Cavaliers, le hace muy debilitado. Esta madrugada anotó 10 puntos y repartió 6 asistencias, una actuación bastante floja respecto a lo que nos tiene acostumbrados. Por si fuera poco, durante el tercer cuarto del partido sufrió una recaída en la misma maltrecha rodilla.

Pero pese a ello, el MVP del último Mundial opta por seguir jugando. "Ahora mismo, estoy bastante seguro de que jugaré el segundo partido (en la madrugada del viernes al sábado)", comentó tras el triunfo de los de Ohio. "Está claro que está siendo uno de los momentos más frustrantes a los que me he tenido que enfrentar en mi carrera, pero voy a seguir. No hay excusas", concluyó.