Un periodista del Houston Chronicle decía en su crónica del Game 3 que "la mejor manera de vencer a los Warriors es con un movimiento rápido del balón y acierto en los lanzamientos". 'Como si eso fuera fácil', pensé. No pude evitar acordarme de cuando Míchel, el ex jugador de fútbol, analizó un tiro a puerta durante la retransmisión de un partido en TVE: "No ha sido gol porque ha ido fuera". Y es que el deporte, y el baloncesto, muchas veces es más fácil de lo que imaginamos.

La realidad es que en este cuarto partido la franquicia texana cumplió con el consejo del periodista, especialmente con el segundo. Acabó el Game 4 por encima del 50% en tiros (56%, estaba en 45% en esta serie), movió el balón, encontró situaciones fáciles en ataque y se encontró, además, con unos Warriors que llegaron tarde al Toyota Center. El resultado, 3-1, primer triunfo contra Golden State esta campaña (0-7 hasta ahora), barrido evitado y los de Steve Kerr que deberán cerrar la eliminatoria en el Oracle Arena si no quieren llevarse un susto parecido al que sufrieron los Clippers en las semifinales.

El 12-0 de parcial en el inicio del partido auguró cierto conformismo en los de Oakland y ganas de seguir vivos por parte de los Rockets. Josh Smith encontró varios tiros sencillos y anotó 13 puntos en los primeros siete minutos del duelo (27-13). Entonces apareció James Harden. El escolta, que aún no había anotado, cogió el testigo de su compañero y con 10 tantos finiquitó el mejor cuarto de Houston este año, el peor de los Warriors: 45 puntos (45-22).

En el segundo llegó la acción desafortunada de la noche. Con 55-36 en el marcador y a 5:52 del descanso, Stephen Curry saltó para intentar taponar a Trevor Ariza, pero este amagó y el base de los Warriors acabó pasando por encima del alero, cayendo con hombro y cabeza al suelo. Se lo llevaron al vestuario y volvió al encuentro cuando iban seis minutos del tercer cuarto. "Estuve mucho tiempo en el aire, he visto una vez la caida y ya es suficiente", explicó el MVP, que no sufrió una conmoción, porque sino no podría haber regresado a pista. "No hubiese jugado. No arriesgamos con esas cosas", confirmaba Bob Myers, el General Manager de la franquicia.

El susto de Curry pareció despertar a los Warriors, que de la mano de Klay Thompson (12 puntos en ese tramo) se metieron en el partido antes del intermedio (69-59). Sobre la bocina del descanso, James Harden dejó una de las no-canastas del año: cogió un rebote y, con el tiempo ya acabado, lanzó de aro a aro y anotó un tiro estratosférico.

El '13' de los Rockets, que llevaba sólo 12 tantos en la primera mitad, se soltó en la segunda y realizó una actuación colosal. Con una variedad tremenda de movimientos superó la defensa de Klay Thompson y anotó 16 tantos en el tercer periodo: bandejas, suspensiones tras paso atrás, mates, triples... Houston mantuvo la renta sobre los diez puntos (99-84 al inicio del 4º cuarto) y entre Harden, Josh Smith y Howard se encargaron de cerrar el duelo pese a los intentos de Curry (23 al final) y Klay Thompson (24). Harden acabó el choque con 45 puntos (33 en la segunda mitad), cinco asistencias y nueve rebotes, mientras que Smith se fue hasta los 20 y Howard sumó un doble-doble de 14 tantos y 12 rebotes. Buena actuación de Draymond Green, el más regular de su equipo, que terminó con 21 puntos (dos triples), 15 rebotes, cuatro asistencias y cinco tapones.

Tendremos, mínimo, un Warriors-Rockets más, un Curry vs. Harden que nos está maravillando a pesar del resultado tan favorable a Golden State. Steph lleva 130 puntos (45-80 en tiros) en estos cuatro partidos. ¿Cuántos lleva Harden? 128... con 40 de 79. La serie va 3-1, pero este duelo está más igualado que nunca.