El próximo jueves comienza la gran final de la NBA, en el Oracle Arena de Oakland con el primer duelo entre Golden State Warriors y Cleveland Cavaliers. Por sensaciones durante toda la temporada, e incluso por el estado físico de su roster con respecto al de los Cavs, los de Kerr y Stephen Curry parten como grandes favoritos pese a que ningún jugador de la plantilla ha disputado todavía una final y a que enfrente tendrán a seis campeones de la NBA, entre ellos a LeBron James y sus cinco finales seguidas.

Pero los datos no dejan mucho lugar a la duda: los Warriors están 79-18 en toda la temporada y 12-3 tras pasar como un tornado por los playoffs del temible Oeste. Además tendrán ventaja de campo en ese Oracle en el que sólo han perdido tres partidos en todo el curso (46-3). Por eso en las casas de apuestas de EE UU ya eran los mejor colocados para ser campeones incluso antes de ganar el quinto y a la postre definitivo partido a los Rockets: 1,45 dólares por dólar apostado por los 2,70 de los Cavaliers. Pero es que los análisis y estadísticas avanzadas también les ven muy aventajados en la pole position hacia el anillo: 72% de opciones por apenas un 28% para los Cavs.

Estos datos, que arrojan los números del BPI (Basketball Power Index), tienen muy en cuenta la fortaleza como local del equipo de Oakland, que parten con un 71% de opciones de ganar en su pista por el 45% de llevarse también los duelos en el Quicken Loans Arena. Para los Cavs, apenas un 55% para los partidos como locales y un 29% en la Bahía de San Francisco. A partir de ahí, la resolución más probable es un triunfo de Golden State Warriors en cinco partidos. Esta opción parte con un 24% de opciones de hacerse real. Esta es la tabla completa de las posibilidades de los dos equipos:

Triunfo de los Warriors en 4 partidos: 10%

Warriors en 5: 24%

Warriors en 6: 16%

Warriors en 7: 21%

Triunfo de los Cavaliers en 4 partidos: 2%

Cavaliers en 5: 5%

Cavaliers en 6: 12%

Cavaliers en 7: 9%