El Clásico cadete fue espectacular. La final respondió a la expectación creada y Barcelona y Real Madrid ofrecieron el partido esperado apareciendo los mejores, contemplando estos talentos de 15 y 16 años en situación de máxima presión, teniendo que afrontar retos contra el rival y contra la propia ansiedad. La suma de experiencias que proporciona un campeonato de este nivel, con una exigencia física y mental altísima consigue que estos chicos crezcan durante esta semana y especialmente cuando llegan partidos decisivos.

Ampliar

El Barcelona se repuso del dramático trance vivido el día anterior (44-43 ante el Unicaja en semifinales) y sacó a relucir la otra cara, la correspondiente a una de las mejores canteras de España. Tras un partido de desacierto suele suceder lo contrario y frente al Real Madrid fue capaz de convivir con el marcador en contra sin perderle la cara al partido. El Real Madrid por su parte mostró esa solvencia que le convirtió desde el primer día en claro favorito y en la final, en campeón. Jugó con brillantez durante muchos minutos y tuvo la paciencia necesaria para saber resistir las acometidas azulgranas.

Equilibrado el juego interior, el protagonismo surgió en los exteriores y cuatros abiertos. Sergi Martínez, máximo anotador del torneo, lideró a los azulgranas y Salvador y Dino Radoncic (MVP de la final y mejor pasador) a los blancos. Marjanovic dirigió y anotó en un bonito duelo con McCarthy. Por momentos se vio sobre el parqué de La Seu un baloncesto de altísimo nivel físico y mental y, en ese escenario de máxima dificultad la aparición de habilidades fruto del inmenso talento que atesoran estos chicos. Hace 10 años que el Madrid no ganaba el campeonato cadete, en el que jugaba el ahora valencianista Pablo Aguilar.

El 54-60 a falta de cinco minutos presagiaba un final igualado, pero la consistencia defensiva blanca atascó el ataque azulgrana que se quedó prácticamente sin anotar hasta el final.

En categoría femenina el Sant Adriá ganó al UVA Ponce (52-55) con 12 puntos, 7 rebotes y 14 de valoración de Irene Sanz por parte del Sant Adriá, y 21, 17 y 41 de Mame Touré en el Ponce

José Luis Pichel (entrenador Real Madrid): “Trabajamos todo el año muy duro para vivir partidos como estos, para conseguir disfrutar de estos momentos. Estoy muy satisfecho por comportamiento del equipo durante todo el campeonato”.

Marc Calderón (entrenador Barcelona): “Cuando tu equipo hace lo máximo, da lo máximo de cada, los entrenadores no podemos sentirnos de otra manera que satisfechos. Hemos hecho todo lo posible ante un gran equipo como es el Real Madrid”.

Radoncic, Sow y Salvador, destacados

En la plantilla del Real Madrid destacaron poderosamente durante el torneo el alero serbio de 2,00 Dino Radoncic, el pívot senegalés de 2,09 Khadim Sow y el también pívot, en este caso almeriense y de 2,00, Francisco Salvador.  El primero ha promediado 15,2 de valoración durante el torneo y ha sido decisivo en la final. Del KK Zrenjanin pasó al Barcelona la pasada temporada y el Madrid se lo robó a su eterno rival para esta campaña con unos resultados magníficos. Es muy completo (en la final sumó 16 puntos, 11 rebotes, 5 asistencias y 21 de valoración) y por su altura puede jugar también de ala-pívot. Sow (20 de valoración en el torneo). El equipo blanco lo pescó esta misma temporada en el CB Torbelllino de la localidad grancanaria de Vecindario. Juega muy bien de espaldas e intimida mucho. Salvador (16,7 de valoración) se ha formado en el Colegio Arenas de Las Palmas. Rápido y móvil a pesar de su tamaño, actúa bien tanto de cara como de espaldas al aro. Buen reboteador.