Si hay algo seguro en esta semifinal es que no acabará 3-0 y eso siempre es bueno para el playoff. En la otra serie, la del Barça-Unicaja­, no ponemos la mano en el fuego. Sobre el papel, el Valencia ha recuperado la ventaja de cancha tras el triunfo en el Palacio, aunque la historia dice que en 15 de las 21 semifinales (71%) que arrancaron 1-1 terminó ganando el que tenía el factor pista de inicio. Eso situaría al Madrid aún por delante, pero por poco, claro.

El Valencia jugó el domingo un partidazo con bajas y casi a la desesperada, pero, ahora que se ve con opciones de meterse en la final, quizá sienta de nuevo esa presión y ansiedad por hacerlo bien que le ha acompañado en la Fonteta­. Ante su gente (hoy habrá lleno) ha perdido sus últimos cuatro partidos de playoff mientras que ha ganado cinco de los últimos seis fuera de casa. De locos. Decíamos en broma antes de que esto arrancara —dados los precedentes taronjas— que los de Laso intentarían ganar un duelo en Madrid para sentenciar en Valencia.

Los de Duran siguen en precario: Kreso Loncar es baja hasta agosto, Pau Ribas no se ha recuperado de una microrrotura fibrilar y Rafa Martínez es más que duda hoy (lumbalgia aguda). En el Madrid, Ayón y Rudy arrastran molestias en la misma zona, la rodilla izquierda, pero ayer se ejercitaron. El foco apunta a la defensa y a los triples. Nedovic cree que “todo es posible” porque tienen “mucha confianza”, mientras Rudy habla de ponerse “el mono de trabajo”. El de Nocioni.