En medio de la vorágine de la final de la NBA, a David Blatt se le escapa una sonrisa recordando con AS la final de la Euroliga que, hace poco más de un año, ganó con el Maccabi ante el Real Madrid. Su equipo partía entonces como víctima ante un Madrid que parecía muy favorito. Exactamente igual que sus Cavaliers ante los Warriors, el mejor equipo de la temporada en la NBA. Por eso parece divertirle la pregunta: ¿Era a priori más favorito el Real Madrid en aquella final o los Warriors en esta? Lo tiene claro: “El Real Madrid. En la situación que estábamos antes de empezar la final de la NBA, sin duda. Después con la lesión de Kyrie Irving las cosas se nos complicaron mucho más pero, a priori, era más difícil lo de la temporada pasada con el Maccabi”.

Ha pasado un año y el Real Madrid es campeón de Europa. Blatt, claro, estuvo muy atento desde la distancia: “Me alegré mucho, de verdad. Pude hablar con Pablo Laso que es un gran amigo mío, un gran tipo. Habían jugado tres finales seguidas y se lo merecían. Y además la ganaron ante su público así que mejor, imposible. Me sentí muy feliz por ellos”.

Por su experiencia en Europa y su año de bagaje en la NBA, su opinión es una de las más cualificadas para medir el salto que supone para un jugador cambiar Europa por la NBA. Sergio Llull es uno de los que está en el punto de mira por el interés de Houston Rockets en contar con él, y el técnico de los Cavs confía en él: “Está para jugar en la NBA, por supuesto. Ahora es él el que tiene que decidir si es el momento y si es lo que de verdad quiere hacer. Más allá de eso, para mí no hay duda: Llull puede ser un muy buen jugador NBA”. ¿Quizá uno como Dellavedova, el base australiano que acapara titulares durante la final por su energía defensiva y capacidad para aportar puntos en momentos clave? “En realidad son jugadores distintos. Quizá Sergio tenga incluso mejores fundamentos ofensivos, de hecho. Tendría sitio en la rotación de un equipo de la NBA, seguro”.

Finalmente, la gusta la idea de que su éxito, que ha llegado después de una temporada en la que le llovieron las críticas por el mal arranque de su equipo, pueda ser el primer paso para la llegada de más entrenadores del entorno FIBA al primer plano de los banquillos NBA: “Ojalá. Para mí significaría muchísimo haber contribuido en algo así”.