EUROBASKET (F) | ESPAÑA 75-MONTENEGRO 74

España sufre, pero se jugará las semifinales ante Francia

Montenegro tuvo balón para ganar el encuentro tras el 2+1 de Anna Cruz y logra el doble objetivo. Torrens, la mejor con 28 puntos. Las faltas, un lastre para las de Mondelo.

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La Selección sufrió para llevarse el triunfo ante Montenegro (75-74). Mucho, además. Cuando era impensable, las chicas de Lucas Mondelo dejaron revivir al cadáver balcánico y estuvieron a un paso del caer por el acantilado; a unos segundos de no estar mañana en las semifinales del Eurobasket y de no clasificarse para el Preolímpico por la vía rápida. Pero finalmente todo quedó en un susto. España supo dominar los nervios en "el partido de los nervios" como lo definió el entrenador español en la previa y ya están a una sola victoria de la final. Francia será el obstáculo en semifinales.

El partido se inició como finalizó. Con igualdad, pero con España casi siempre un paso por delante. Con algo más de fuerza tanto en ataque como en defensa y, sobre todo, con una soberbia Alba Torrens. Sus minutos sobre la cancha fueron todo un espectáculo. En estático y en carrera, la capitana no paró de martillear la canasta balcánica. Segundo a segundo, sus tantos iluminaban el marcador: 4 en el primer cuarto, 13 en el segundo, 6 en el tercero y 5 en el definitivo para un total de 28. Fue la clave, junto al poder bajo los tableros de Laura Nicholls (8 tantos y 16 rebotes), para llegar al descanso dos arriba (39-37) frente a un rival que no desfallecía con Robinson como principal referente.

Con la vuelta de los vestuarios, el panorama comenzó a enturbiarse. Fue lento, invisible, pero algo malo se mascaba en el ambiente cuando primero Nicholls llegó a la tercera falta y luego Ndour a la cuarta rápidamente. Mondelo tuvo que reaccionar. Puso en pista un quinteto pequeño. Una sola pívot (Nicholls y Gil se intercambiaron en esos 10 minutos) trataba de parar a las pívots montenegrinas: Robinson (23 puntos) y Perovanovic (9), principalmente. Bjelica, la tercera en discordia, acumuló rápido faltas y no contribuyó de forma destacada.

España, a pesar del problema, supo jugar bien. Convicción y determinación a partes iguales abrieron brecha: del 55-52 al iniciar el cuarto cuarto al 62-52 del minuto siete, máxima ventaja del partido. El problema de las faltas, y ese ambiente enrarecido, surgio de nuevo para quedarse al llegar a esa máxima diferencia. Nicholls, primero, y luego Ndour, hicieron la quinta falta y llegaron los nervios. Nadie tenía la sangre fría. La pelota española iba de un lado a otro en el ataque, sin existir contundencia de cara al aro y Montenegro lo aprovechó. Fueron acumulando pequeñas victorias hasta dar la vuelta al marcador con dos puntos de Perovanovic (66-67). Entonces empezó el carrusel. Ventaja para España, ventaja para Montenegro. Robinson no fallaba desde el tiro libre y Anna Cruz surgió como salvadora

La escolta anotó cinco puntos en las dos últimas posesiones, incluido un 2+1 cuando España se veía dos abajo y eliminada, seamos claros, tras un triple estratosférico de Jovanovic. Vujovic falló, para alegría española, al conceder la canasta y el adicional y en la posesión final montenegrino, cuando la gran defensa de las de Mondelo hicieron fallar a Robinson y evitaron el lanzamieto de la propia Vujovic. Set y partido para una Selección que sigue escribiendo una historia extraordinaria y que ya acumula siete semifinales europeas en este siglo XXI. Casi nada.