DRAFT DE LA NBA

Kristaps Porzingis, ¿el nuevo zar de la Europa del Este?

Los diferentes pronósticos dan al letón del Sevilla como uno de los fijos dentro del Top-5 del draft 2015 que se celebra esta noche en Brooklyn.

0
Kristaps Porzingis, ¿el nuevo zar de la Europa del Este?
NBA-GETTY IMAGES

La marcha de Arvydas Sabonis de la NBA en 2003 dejó a la Liga estadounidense con un vacío difícil de llenar. El último zar de la Europa del Este (entiéndase como países de la antigua URSS) se fue sin sucesor. Muchos, desde ese día, han intentado usurpar el trono del ex de los Portland Trail Blazers, pero mientas que unos fracasaron estrepitosamente, los que se hicieron un hueco nunca fueron capaces ni siquiera de tocar la corona. La toma del Palacio de Invierno fue, una y otra vez, reprimida por la realidad de la Liga estadounidense.

Doce años han pasado ya y en el horizonte que este draft 2015 representa hay un chico dispuesto sentarse, sin complejos y con convicción, en el trono del lituano. El letón Kristaps Porzingis, con tan sólo 19 años (cumplirá 20 en agosto), se ha encumbrado, en un pestañeo, como uno de los principales nombres para salir dentro del Top-5. Cómo es posible. Cuatro años de profesional en el Sevilla le contemplan con sólo los dos últimos como actor principal. Un hecho que parece no importar a los ejecutivos de las franquicias. El ala-pívot es un diamante en bruto. Un jugador con un magnetismo especial próximo al que desprenden Nowitzki y Pau Gasol. Es decir, ala-pívots altos, rápidos y con tiro exterior (su lanzamiento de tres es uno de sus puntos fuertes), a lo que se añade una serie de movimientos ágiles tanto cerca como lejos del aro y una capacidad asombrosa para volar entre las defensas rivales (su muestrario de alley-oops es escandaloso). Es, digámoslo así, un rara avis. Uno de esos pocos cuatros con habilidad y capacidad para ofender al contrario desde cualquier posición y, lo que es más importante, de hacerlo bien.

Porzingis nació en Liepaja, una ciudad letona a las orillas del mar báltico de no más de 100.000 habitantes. Desde su infancia siguió la profesión familiar: el baloncesto. Padres y hermano (Janis) fueron sus primeros maestros antes de que su estilo de juego fuera de viaje por Italia y España en formato cinta. Tenía sólo 15 años y era un chico largo y delgado con unas cualidades innegables dentro de una cancha. Su destino fue Sevilla y tras cinco años en la ciudad hispalense, el salto se hizo más una necesidad que un capricho. Crecer, triunfar y dominar en la NBA está en el ADN de un jugador que enamoró obsesivamente a los ojeadores tras su paso por Las Vegas, el pasado 12 junio.

Aunque siempre hay un pero en un jugador de su apariencia y procedencia. ¿Recuerdan a Milicic y Bargnani? Pues el aficionado de la NBA también. El pago por una mala elección en el draft es un peaje muy alta en la reconstrucción de una franquicia. Puede significar retroceder años en un proceso que es largo y tedioso, y el miedo, el comprensible miedo, siempre está ahí cuando se trata de europeos con una proyección amparentemente elevada. Su delgado físico, aunque ha ganado peso con el paso de los años, es otro de los inconvenientes. La Liga estadounidense es una competición que une calidad y físico a partes iguales en la zona. Sólo unos pocos aventajados han sobrevivido a la lucha cerca del aro sin corpulencia. Y esa es la principal batalla que deberá librar un Porzingis que debe alejarse de la sombra de Milicic y acercarse a la luz que desprende Pau Gasol: "Tengo que demostrar que no soy blando, que voy a luchar y trabajar duro". Esa es la declaración de intenciones de un joven príncipe que sueña con heredar la corona del zar. Sólo el futuro sabe cuál será su final.