Tras la llegada de Roy Hibbert, los Angeles Lakers han pescado otros dos buenos refuerzos en el mercado. El primero es Lou Williams, Mejor Sexto Hombre de la NBA y el hombre de las dos novias. El escolta, un excelente anotador cuya llegada podría propiciar la salida de Nick Young, ha llegado a un acuerdo con la franquicia angelina por tres temporadas y 21 millones de dólares. Williams, elegido por los Sixers en el draft de 2005 en el número 45, llega tras firmar su mejor temporada en la NBA con Toronto: 15,5 puntos, 1,9 rebotes y 2,1 asistencias.

El otro nuevo nombre laker es Brandon Bass. El veterano ala-pívot (30 años) lleva una larga y sólida carrera cuya última etapa se desarrolló en Boston. Con los Celtics jugó desde 2011 y la pasada temporada promedió algo más de 10 puntos y casi 5 rebotes por partido. Todavía no se conocen los destalles de la operación pero Bass aportará profundidad a un juego interior todavía precario y en el que las grandes esperanzas son el recién llegado Hibbert y sobre todo el casi novato Julius Randle, número 6 del draft de 2014 y que se perdió prácticamente su primera temporada completa por una fractura de tibia en su primer partido con los Lakers.