"Tengo muchas ganas de formar parte de este rejuvenecido, talentoso y comprometido equipo". Con estas palabras pronunciadas al periodista Darren Wolfson, Kevin Garnett ha anunciado que no se retira, que disputará su temporada número 21 en la NBA. No se desconocen aún los detalles del nuevo contrato que 'Big Ticket' ha firmado con los Minnesota Timberwolves (la franquicia que le eligió con el número 5 del draft de 1995 y a la que regresó este pasado mes de febrero tras pasar allí sus doce primeros cursos en la mejor Liga de baloncesto del mundo).

Con el objetivo de conseguir un anillo y ante la imposibilidad de lograrlo con los Wolves, Garnett se marchó en el verano de 2007 a los Celtics. Allí concidió con Paul Pierce y Ray Allen, un Big Three que guiado por Doc Rivers conquistó el título en 2008, el número 17 de los de Boston y el primero y único de la franquicia en el Siglo XXI. En 2013 firmó con los Nets, donde jugó durante año y medio antes de regresar hace cinco meses a Minnesota. Su regreso, supuso todo un acontecimiento en un equipo en el que es toda una leyenda y con el que ganó el MVP en 2004.

Ahora, ha optado por continuar un año más para ayudar a formar y aportar su experiencia a un grupo tan joven como talentoso: Tyus Jones, Towns (ambos han firmado su primer contrato profesional este martes), Ricky, Muhammad, Dieng, LaVine, Wiggins... Todos ellos podrán aprender de uno de los jugadores más auténticos y competitivos (su carácter le ha jugado más de una mala pasada) que se han visto sobre una cancha de baloncesto. Si no ocurre nada raro, Garnett podrá decir en unos meses que ha formado parte en 21 temporadas de la NBA, algo que solo pueden decir Robert Parish y Kevin Willis... De llegar a una 22ª campaña (según la agencia AP, Minnesota le ha ofrecido dos años de contrato), se convertiría en el líder histórico en este apartado. Pero toca ir paso a paso: arrastra diversos problemas físicos y acaba de cumplir 39 años.