Todo empezó con un 'airball' contra Los Angeles Lakers. "Ni siquiera quería lanzar a canasta", dijo un Karl-Anthony Towns devorado por los nervios. Acababa de debutar con los Minnesota Timberwolves, franquicia que le seleccionó en el número uno del último draft. "No voy a mentir, tuve un montón de mariposas en el estómago", añadió.

Pero todo eso ya quedó atrás. Cuatro partidos en Las Vegas le han bastado para demostrar por qué muchos le ven como el pívot del futuro. Después de tres encuentros en los que los problemas de faltas (hasta nueve en dos ocasiones), el cansancio (en Kentucky solo tenía que jugar 20 minutos) y la falta de puntería se habían quedado con parte del protagonismo, Towns cuajó el miércoles un partido de mucho nivel: 20 puntos (7-9 en tiros de campo), 10 rebotes, dos asistencias y tres tapones con solo dos faltas personales. El primero de la clase.

El ex de los Wildcats sigue teniendo mucho que aprender, especialmente en defensa (posicionamiento y pillería), pero lo que está más que claro es que tenemos ante nosotros a una nueva perla de este maravilloso deporte. Su facilidad para generar puntos, su capacidad reboteadora, su visión de juego desde el poste (muy importante cuando llegan los dos contra uno) y su potencial defensivo pueden hacer de Towns una auténtica pesadilla para sus rivales. Pero para eso habrá que esperar, solo tiene 19 años. Por el momento, buenas sesaciones en la Liga de Verano y vuelta a casa antes de tiempo, ya que, pese al gran encuentro del center, los Wolves no pudieron con los Blazers (77-82).

Más destacados

En el mismo Minnesota-Portland también disputó muchos minutos de calidad el joven Noah Vonleh. Recién traspasado desde Charlotte, donde no consiguió brillar (solo jugó 25 partidos por las lesiones), se fue hasta los 16 puntos y 10 rebotes en un gran duelo con Towns.

Protagonista de la jornada fue también el ala-pívot de los Lakers Julius Randle, quien por fin encontró la forma de ser efectivo de cara al aro. El número siete del draft 2014 consiguió 17 puntos y 4 rebotes contra los Mavericks (86-88 para Dallas) en el que fue su mejor encuentro en Las Vegas.