Los Lakers cayeron en la noche del viernes ante Utah (84-78), su cuarta derrota en cinco partidos de la summer league de Las Vegas. Un balance que esperaban que fuera "mejor", según reconoce su entrenador, Byron Scott, que intenta quitar presión a sus jugadores jóvenes, empezando por el número 2 del draft, D'Angelo Russell. El base-escolta de la Universidad de Ohio State, tras un comienzo flojo en la liga de verano, completó ante los Jazz su mejor actuación con 21 puntos. Promedia hasta ahora 11,8, 3,2 asistencias y 5,2 pérdidas. "Vamos a dejar esto muy claro, Russell no es Magic Johnson. Él entró en escena e inmediatamente ya era un Hall-of-Famer. D'Angelo tiene un camino por recorrer, no hay duda sobre eso", dice el técnico en unas declaraciones que recoge LA Times. 

"Mi actuación no está siendo buena. Sé de lo que soy capaz y sé el trabajo que tenemos que hacer antes de llegar a ser un equipo. No siento que estemos jugando a nuestro máximo nivel", dice Russell, que está teniendo problemas en sus primeros partidos, algo que no es inusual entre los novatos cada temporada en Las Vegas. "A veces, cuando llegas con el número 1, 2 o 3 del draft, esperas salir y poner la Liga patas arriba (continúa Scott). Pero cuando ves que otros chicos te comen la tostada, eso te devuelve a la tierra y te permite darte cuenta de que te queda un camino muy largo por recorrer. Es lo mejor que te puede pasar".

"En los primeros partidos Russell se cargó de presión, tratando de probar a todo el mundo por qué es el número 2 del draft, en vez de saltar a la cancha y simplemente jugar. Pero ha mejorado y sigo pensando que tiene una gran oportunidad de ser un jugador increíble", afirma Scott, y D'Angelo capta el mensaje: "En realidad no importa ser el número 2, mucha gente ha triunfado en la Liga por detrás del número 30. Por ejemplo, Draymond Green. No me gusta ser intrascendente, es un mal hábito. Es todo mental", concluye el rookie.