Ganar la Summer League nunca ha sido una gran noticia. Es la realidad. Aunque este año las cosas cambiaron debido a Becky Hammon. La exjugadora es la segunda mujer asistente en la NBA tras Lisa Boyer (Cleveland Cavaliers, 2001) y la primera en la historia en dirigir a una franquicia de la Liga. Y lo hizo a lo grande. Llevo a la victoria final a los San Antonio Spurs ante los Phoenix Suns (93-90) en Las Vegas y los elogios hacia ella no se hicieron esperar. Sus jugadores, Adam Silver (Comisionado de la NBA)... Fue la caída de otra barrera en el baloncesto estadounidense.

Pero al margen de su significado, Hammon es, como subraya Gregg Popovich, una gran entrenadora, no un truco publicitario. "Para nosotros no es ninguna sorpresa esto. Sabíamos que era buena cuando la contratamos y ahora ha demostrado serlo aún más. La contraté porque venía a mis reuniones de entrenadores cuando estuvo parada un año por las lesiones. No la veo como la primera mujer, sino como una buena entrenadora. Algunos se pensaron que esto era un truco, pero no. Ella ha conseguido que el equipo juegue como queremos y además ha ganado", señala su jefe en la franquicia texana.