No pudo ser. A España le pesaron el esfuerzo y la decepción de caer cruelmente en semifinales tras dos prórrogas ante Bosnia (oro al vencer a Lituania en la final) y no pudo sobreponerse para ganarle el bronce del Europeo Sub-16 de Kaunas a Turquía (72-83), un conjunto con futuro que cuenta con dos de los mejores jugadores del torneo, ambos en el quinteto ideal: Bitim (máximo anotador con 21,1 puntos) y Duran (máximo reboteador con 12,1).

Los otomanos, que fueron siempre por delante en el marcador desde el 0-2 inicial, decantaron el partido a su favor en el tercer cuarto a base de triples. Lo que son las cosas, Turquía, uno de los peores equipos del torneo en ese apartado (penúltimo con 4,7 tiros de tres hasta el duelo por el bronce) anotó 5 en ese periodo para un total de 12 en 25 intentos, un magnífico 48%. España, que había brillado en las fases de grupos en los lanzamientos lejanos, volvió a naufragar ahí con un mal inicio parecido al de la semifinal (2/12). Acabó con 6/26 (23%). Ahí estuvo la diferencia insalvable que le dio el bronce a Turquía. Y en el control de los nervios, peor gestionado por los cadetes españoles, con ataques menos ordenados y más embarullados que en anteriores citas.

Miguel González (CB Valladolid) y Sergi Martínez (Barcelona Lassa) fueron los mejores de la Selección, pero su desempeño no bastó porque el resto aportó poco. Solo Ignacio Rosa (Unicaja) sacó fuerzas de flaqueza para ayudar al final del tercer cuarto cuando todo parecía muy perdido para España, que llegó a estar 18 tantos abajo (44-62) tras, como no, un triple de Mustafa.

Los chicos de David Soria lo intentaron en los últimos 10 minutos y redujeron varias veces la diferencia a 8 puntos, pero ya iban con la lengua fuera y los turcos, al ralentí, controlaron la situación hasta su inevitable victoria. El premio de consolación es que la mayoría de estos españolitos del 99 estarán el año que viene en el Mundial Sub-17 que se jugará en España.