No habrá el final soñado para la Selección Sub-16 en el Europeo de Portugal, pero todavía hay esperanzas de atrapar un bonito botín en tierras lusitanas. La Selección cayó en las semifinales del campeonato ante la anfitriona (64-44) y se escapó la oportunidad de que España llegara a su décima final en los últimos doce años. Ahora la misión será otra: cosechar ante Italia (18:30, Youtube FIBA) el segundo bronce en la historia de la categoría o, lo que es lo mismo, el cuarto metal de los equipos femeninos este verano tras los oros de la Sub-20 y Sub-18­ y el también bronce de la Absoluta. Un currículum de lujo para una cantera que no cesa de dar frutos tanto de jugadoras como de títulos (desde 2004, la Sub-16 suma 10 medallas, ocho de ellas de oro).

España murió pronto en el partido. Veinte minutos de zozobra y mala suerte (5/33 en el tiro), combinado con la artillería en el perímetro de su rival hasta el descanso (5/12 en triples) dejó el marcador en una desmoralizador 30-15. El golpe fue muy duro para una Selección que trató de contrarrestar la desventaja en los últimos cuartos. Pero la distancia ya era un abismo insalvable.