Las expectativas no dejan de crecer para este joven de solo 20 años. Tras ser elegido en el número uno del Draft de 2014, Andrew Wiggins no decepcionó en su primera campaña en la mejor liga de baloncesto del planeta. Sus casi 17 puntos por noche fueron suficientes para alzarse con el premio al mejor novato del año, aunque lo cierto es que, debido en gran parte a las lesiones (Jabari Parker, Joel Embiid, Julius Randle...), el de los Minnesota Timberwolves no tuvo casi competencia.

Tras aterrizar en la Liga con la palabra estrella tatuada en la frente (para bien o para mal), el escolta/alero demostró que la presión que conlleva su estatus (El Mesías le llamaban) no iba a impedir su crecimiento sobre el parqué. Wiggins empezó la temporada regular discreto, algunos dijeron que demasiado, pero todo era parte del plan. Una estrategia basada en que un jugador con su talento y condición física solo necesita un ritmo adecuado para, paulatinamente, ir alcanzando su escandaloso potencial.

La magnitud de la figura de Wiggins es tal, que ya se empieza a pensar en que en un futuro podría llegar a formar parte de esa élite de la liga que solo se encuentra al alcance de unos cuantos elegidos. Así lo cree, por ejemplo, su compañero Ricky Rubio. El base del Masnou, que vio como mejoraba partido a partido la temporada pasada, está convencido de que el canadiense será MVP de la NBA. Palabras mayores.

"Creo que Wiggins será MVP algún día. Es un gran jugador y ha encajado muy bien en la liga desde el primer momento", dijo el jugador español hace unos días en unas declaraciones que recogió CBS SPorts.

Lo cierto es que, en estos momentos, el ex de Kansas está muy lejos de los LeBron, Durant, Harden, Curry y compañía, pero también lo es que incluso un jugador tan determinante como el 23 de los Cavaliers tardó seis cursos en levantar el primero de sus cuatro MVPs (2008-09). Al de los Thunder le costó siete (2013-14), al de los Warriors seis (2014-15) y el de los Rockets todavía no ha tenido esa suerte.

Eso sí, para que Wiggins llegue a entrar en la conversación, los Wolves tienen que empezar a ganar partidos. El hecho de jugar en la Conferencia Oeste no les beneficia en absoluto, pero si el rookie del año sigue dando los pasos correctos y Karl-Anthony Towns (nº 1 del Draft 2015) entra en la Liga tan bien como lo hizo su ahora compañero, los de Minneapolis tienen, desde luego, argumentos para soñar.

Uno de los grandes rivales de Wiggins, por edad, conferencia y cualidades, podría ser Anthony Davis. A sus 22 años y con solo tres temporadas en la NBA, el pívot de los Pelicans ya está considerado como uno de los mejores de la Liga. Sin duda, un gran ejemplo para el talentoso líder de los Wolves.