Se acabó la preparación para el Eurobasket 2015, el torneo en el que España busca recuperar la corona que fue suya entre 2009 y 2013… y la plaza olímpica. Y en el que parte de inicio, situación poco habitual en la última década, con terreno cedido ante otro favorito de consenso: esa Francia casi NBA que es actual campeona y anfitriona… y que ha eliminado a España en los dos últimos campeonatos (semifinales del Eurobasket 2013, cuartos del Mundial 2014). Gasolina para el corazón y dudas para la cabeza. Se acabó la preparación (81-68 a la República Checa) con balance inmaculado: siete victorias y cero derrotas.

Invicta, lo que en esencia significa poco. España suma tres giras de preparación sin conocer la derrota (2013, 14 y 15): 23-0. Pero la dos veces que fue campeona de Europa (2009 y 11) perdió un partido previo. En nueve años, eso sí dice algo, ha perdido cuatro amistosos de preparación, dos ante Lituania y dos ante Estados Unidos, el último tras un torbellino de Carmelo Anthony y LeBron James en el Sant Jordi. Hace más de tres años. Cosas…

¿Qué sabemos después de la gira? Más o menos lo que ya sabíamos. Estos partidos son para Scariolo, sus jugadores y sus pensamientos. Y más cuando el rival más duro ha sido, seguramente, esta República Checa que en su mejor versión llega a equipo medio del Eurobasket pero que cierra su preparación en 2-7 (ha ganado a Bosnia y Japón). Es difícil trasladar conclusiones palmarias a lo que vendrá a partir del sábado, lo serio. Sobre todo sin haber visto a España ni fuera de casa ni ante huesos de primera categoría. En el Eurobasket esperan Francia y no muy lejos Grecia y Serbia. Y después esos equipos intachables en la foto de los que siempre esperamos que hagan click: Croacia, Italia…

Para ese puñado de partidos en los que se resolverá el Eurobasket sabemos que España cuenta con el buen feeling entre Scariolo y los pesos pesados del equipo y con la presencia atómica de Pau Gasol, que sigue siendo (35 años) una de las grandes armas de destrucción masiva en la historia del baloncesto FIBA. Sabemos que Mirotic tiene que ser en 2015 tan decisivo como Ibaka en 2011, aunque de una forma completamente distinta, y que hay un núcleo de jugadores que viene de ganarlo todo con el Real Madrid y con los que se puede ir al fin del mundo como coraza de la pareja interior de Chicago Bulls: Felipe, Rudy, Sergio Rodríguez, Llull. Sabemos que España enseña su mejor cara cuando defiende con agresividad por fuera (Llull, Rudy…) y cierra el rebote: cuando corre en transición.

Pero también sabemos que puede sufrir cuando se atasca en ataque estático, sin Gasol en pista o si las defensas se cierran sobre él y el tiro exterior es demasiado racheado. Y que la rotación, consecuencia de las ausencias, se puede quedar corta en esos partidos de cuchillos largos. Sabemos más o menos lo que sabíamos con el dulce del 7-0 y el inevitable optimismo que inspira Pau Gasol cuando se pone la camiseta de la Selección y está en buena sintonía física. Y lo está.

El partido de Zaragoza demostró que la República Checa va corta más allá de Satoransky y Vesely, dos físicos NBA: una irá y el otro volvió. El resto es una mezcla con muchos ilustres veteranos y un nacionalizado (Schlib) que da para lo que da. Para, por ejemplo, hacer la goma contra España durante más de tres cuartos (50-47 en minuto 27; 63-56 en el 32). Cosas de las rotaciones y probaturas que no veremos a partir del sábado.

Al menos los checos, cuyas opciones pasan por la anemia de su Grupo D, plantearon algunos minutos de intensidad física y defensas cambiantes y fuertes. Mandaron algún aviso al rebote defensivo y la gestión del cinco contra cinco… y se deshicieron como papel mojado cuando estuvo en pista Gasol: 18 puntos, 12 rebotes y 36 de valoración en poco más de medio partido. Sin hacer excepcional, Mirotic se fue a 16+5 en un partido en el que los de dentro (volvió Felipe, descansó un Claver que volverá a Rusia) estuvieron mejor que los de fuera, incluidos un par de triples de Aguilar en un hachazo final del último cuarto (techo en 77-62) en el que participaron el nuevo ala-pívot del Gran Canaria y también Vives y Ribas. Todo lo que huela a profundidad de rotación es buena noticia. Por fuera, Llull y Rudy hicieron más en defensa que en ataque pero serán esenciales en ese núcleo de jugadores que tendrá a Gasol como eje y a Mirotic como wildcard en la lucha por la reconquista de Europa. El sábado en Berlín empieza lo serio. Contra la Serbia de Djordjevic, subcampeona del mundo. Muy serio.