Igual que le pasó ayer a Italia (con nocivo resultado para los azzurri), España saldrá hoy a jugar contra Turquía (21:00 horas) en el Mercedes-Benz Arena, “casi como si los turcos estuvieran en casa”, según asume el propio Scariolo. En Berlín, la nutrida colonia otomana aparece en numerosas profesiones, en establecimientos, taxis… y se vuelca con su equipo nacional. Un mal escenario para la Selección, que de perder se quedaría con el agua al cuello: sólo pasan cuatro a los cruces y aún les quedaría enfrentarse a la anfitriona Alemania y a la Italia NBA.

Semih Erden, que jugó en los Celtics en 2010-11 y hoy en las filas del Darussafaka, demostró ante Italia que puede hacer olvidar a Asik. Junto a Erden, Ilyasova (ya en Detroit), el ala-pívot Osman y el base Ali Muhammed (nacido Bobby Dixon) vertebran el espinazo turco. “Pero España es mi favorito, incluso para ganar el torneo, por el tiempo que llevan juntos. No tienen a Marc Gasol, pero sí a Pau, Mirotic… y toda la rotación de bases del Madrid”, proclama el seleccionador Ataman: mal enemigo.