¿Qué sensaciones quedan tras un esfuerzo y una victoria semejantes?

Lo que te queda es una gran alegría. Vinimos aquí y luchamos hasta el fin para conseguir una serie de objetivos. Te quitas un peso de encima en el sentido de que ya estamos clasificados para los Juegos Olímpicos. Ahora, pese a la alegría, queda lo mejor y lo más bonito. El trabajo no ha terminado, seguimos teniendo la oportunidad de hacer más cosas…

Por lo que se ve, hay ambición.­

Queremos coronar la faena a lo grande en la final con el que sería el tercer título europeo para algunos de nosotros.

El seleccionador francés, Collet, y algunos jugadores, se quejan del arbitraje. ¿Impuso usted, Felipe, un punto adicional de dureza?

Defendimos legal. Yo siempre defiendo duro, pero dentro de los límites legales. No suelo meterme en enjuiciar a los árbitros.­

Ese destrozo que Pau Gasol causó… ¿había visto antes alguna cosa igual? ¿Cree que Pau es el jugador más decisivo que ha parido el baloncesto FIBA?

El mejor de la FIBA lo es, sin duda. Es el más grande que yo haya visto y con el que haya jugado o me haya marcado tanto a nivel de FIBA como en el Real Madrid. No hay ninguno superior, eso como mínimo.

¿Incluso en la NBA?

Insisto: de todos contra los que he jugado no he visto ninguno superior a Pau cuando él se lo propone. Incluso en la NBA.

¿Qué recuerdos tiene y qué comparaciones puede hacer de aquellos tiempos de Fernando Martín, Audie Norris…?

No tengo mucho recuerdo. Como se sabe, mi inspiración siempre fue mi hermano Alfonso. Pero Pau Gasol no se puede comparar con aquellos jugadores. Con los 2,15 que mide, puede jugar como un alero y también puede jugar por dentro como un animal.

¿Cuál fue el punto de inflexión en este Eurobasket?

A ver: la victoria contra Alemania era indispensable y nos dio fuerzas. Pero el partido que nos dio más confianza fue el de Polonia. Estuvimos muy bien en defensa, que era lo que había fallado hasta entonces Recibimos muy pocos puntos, ganamos con buen margen y vimos claramente que era lo que necesitábamos.

¿Usted, como Pau, también vino aquí “extramotivado”?

Todo junto ya era bastante motivación: llegar a la final, clasificarse para los Juegos, buscar el oro. Después de lo del año pasado ante Francia, yo quería demostrar que sí podía ayudar. Y he tenido esa oportunidad.­