Pau Gasol (sobresaliente): El jugador FIBA más determinante en lo que va de siglo. “Un fuera de serie, una bestia”, como dice Felipe Reyes, con el que lleva compartiendo éxitos tres lustros. Nueve partidos y nueve actuaciones colosales. Regularidad suprema a los 35 años. Irrepetible. Lituania lo vigiló en corto de salida, pero luego se abrió camino al aro. Lo devoró: 25 puntos que adornó con 12 rebotes, 4 asistencias y 3 tapones (42 de valoración). Y la mayor ascendencia sobre un equipo que se recuerde en años. Un líder sin peros. MVP del campeonato con 25,6 tantos de media cuando los números incluso no lo son todo.

Rudy Fernández (notable): Gran puesta en escena, rápido en defensa y certero en el tiro. Leyó bien los espacios que generó el sobremarcaje inicial de Lituania a Gasol. Su mejor partido del Eurobasket, la lástima es que saliera de él por lesión. Jankunas le dejó KO en un bloqueo que le cogió a ciegas. Cayó a plomo al suelo doliéndose de la zona lumbar. Una espalda que le ha mermado durante todo el campeonato.

Sergio Rodríguez (notable): Le costó encontrarse en el torneo, pero una vez ubicado despegó hasta entrar en el quinteto como el mejor base del campeonato. Adelantó por la izquierda al serbio Teodosic. Decisivo ante Francia, controló bien la final (6 asistencias).

Willy Hernangómez (sin calificar): Jugó los últimos 19 segundos. En la primera fase echó una mano, sobre todo ante Turquía. En los cruces, el nivelazo de Gasol y la aportación de Reyes le dejaron sin espacio. A sus 21 años el futuro lleva su apellido.

Pau Ribas (notable): Con más o menos brillo, cumple siempre. Y la final no fue la excepción.

Felipe Reyes (notable): En el Madrid tiene más peso ofensivo, toca más balones; en la Selección es el rey del barro. Defensa excelsa ante Francia y un poco de todo ante Lituania (8 puntos y 4 faltas forzadas).

Víctor Claver (notable): Mucha más influencia en el éxito de España de la que pronosticamos casi todos. Los problemas de Rudy le dieron un rol claro y se agarró a él con tenacidad. Lo hizo perfecto. Ante Lituania, 7 puntos, 6 rebotes y 2 tapones. Voló por encima del aro, donde sabe barrer los balones.

Fernando San Emeterio (bien): Estuvo en pista diez minutos y cumplió. Un veterano que aporta aún cosas al bloque.

Sergio Llull (notable): Su abnegado trabajo durante todo el campeonato tuvo el broche en la semifinal, en la que solo permitió anotar una canasta a Parker y a De Colo en el cara a cara, una entre los dos. Ante Lituania, además, vio aro en los triples, su talón de Aquiles en esta cita (2 de 2 tras firmar en los ocho duelos previos 9 de 35). 12 puntos que potenció con 6 rebotes y 5 asistencias.

Pablo Aguilar (si calificar): Estuvo en pista 57 segundos, un recuerdo inolvidable. Al bronce de 2013 le suma ahora este oro.

Nikola Mirotic (notable): Anotó dos triples importantes que abrieron la defensa báltica. Por calidad se le pide más, su potencial va mucho más allá de lo visto en Lille. Ese es el reto personal para próximos campeonatos, porque en lo colectivo presume de debut inmejorable. Uno de uno. Con la Sub-20 había logrado otro oro y una plata en dos participaciones. Verano con la Selección, verano con medalla. Que se repita.

Guillem Vives (sin calificar): Saboreó el título sobre el parqué en el último minuto del duelo. 22 años y un bautismo perfecto.