El Real Madrid llegó ayer a Sao Paulo a las 06:15, hora brasileña, tras un largo vuelo de 10 horas y 45 minutos. Allí disputará ante el Bauru y a doble partido (mañana a las 02:00 y el domingo a las 17:00, horas españolas) la Copa Intercontinental, competición cuyo palmarés lidera con cuatro títulos: 1976, 77, 78 y 81. En las fotografías publicadas por el club blanco se aprecian las caras de cansancio de los jugadores, sobre todo los seis internacionales que terminaron de disputar el Eurobasket en la final del pasado domingo: los Sergios, Rudy Fernández, Felipe Reyes, Willy Hernangómez y el lituano Maciulis.

Pero en este Madrid, que estiró músculos por la mañana y se entrenó por la tarde en el Gimnasio Ibirapuera de Sao Paulo, no hay excusas y sí “muchas ganas” de continuar sumando trofeos. Lo dice Nocioni, uno de los más competitivos de la plantilla: “Volver a ganar no es un compromiso, es lo más lindo que tiene el deporte. Vamos a ser ambiciosos de nuevo y el que quiera sacarnos de nuestro lugar en la cancha va a tener que trabajar muchísimo y se va a encontrar con un equipo tal vez más competitivo y más duro que el del año pasado”. Pero el argentino avisa: “El reto será más difícil porque somos los campeones de Europa, un equipo imbatible la temporada pasada”.