La última Intercontinental del Madrid data de 1981. Había ganado la Copa de Europa en 1980 y le esperaba una sequía de éxitos en Europa solo rota por el oasis de Sabonis en 1995. Un año en el que no hubo duelo entre continentes (no se celebró de 1988 a 1995 y de 1997 a 2012). El Madrid suma así 34 años sin aspirar a un trofeo que ha dado lustre a su historia con partidos memorables, como el que firmó ante el gran Varese en octubre de 1977: 115-94. “Nunca en mi vida había visto jugar así”, dijo estupefacto Nicola Messina­, técnico italiano. Exhibiciones colectivas y grandes actuaciones individuales, como las de Sao Paulo en 1981. La cita arrancó a finales de junio y el Madrid se llevó, recién fichados para el siguiente curso, a Mirza Delibasic y a Fernando Martín. El bosnio sumaba puntos (41 en un duelo) a la misma velocidad que aprendía español. Pero el estreno sonado fue el de Martín, que llegaba del Estudiantes por 12 millones de pesetas. Tenía 19 años y anotó 50 tantos frente al Santa Kilda australiano. “Era joven y tímido y se sintió mal por haber lanzado tanto. Sus compañeros se dieron cuenta de que sería una figura”, recuerda Lolo Sainz.