El pasado 16 de junio, los Golden State Warriors ganaron el sexto encuentro de las Finales, una victoria que valía un campeonato. Desde entonces, julio agosto y septiembre ya han pasado, y Tristan Thompson, agente libre restringido, sigue sin haber solucionado su futuro.

Según informa ESPN, ayer expiró el plazo para que el jugador de los Cleveland Cavaliers aceptara su oferta cualificada (6,8 millones de dólares). La situación no cambia drásticamente, pero el ala-pívot y su agente, Rich Paul, se empiezan a quedar sin opciones (había rebajado sus expectativas).

Thompson puede seguir firmando una oferta de otra franquicia, los Cavs pueden seguir igualando dicha oferta (siempre que quieran) e incluso le pueden volver a ofrecer la misma oferta cualificada que hasta ahora estaba sobre la mesa. Sin embargo, parece claro que, a estas alturas, el canadiense está dispuesto a esperar lo que haga falta para conseguir un contrato multianual, ya que de lo contrario habría cogido la oferta cualificada. El tiempo pasa y solo pasa a favor de los intereses de los Cavaliers. Muy a pesar de LeBron James, quien lleva tiempo pidiendo que se resuelva la situación.

Así, lo único que cambia realmente al caducar la oferta es que los de Ohio tienen que volver a hacerla para que éste la pueda firmar. Ahora mismo, Thompson no tiene absolutamente nada sobre la mesa y solo faltan 25 días para que empiece la liga (ya se está perdiendo entrenamientos). El ala-pívot llegó a rechazar un acuerdo de 80 millones de dólares por cinco temporadas.