Este último verano será recordado en Sacramento por la guerra interna protagonizada por George Karl y DeMarcus Cousins. No es ningún secreto, la relación entre ambos no ha comenzado con buen pie. Karl aterrizó en el banquillo de los Kings en febrero de este mismo año y a finales de junio montó una hoguera de imprevisibles consecuencias al decir abiertamente que Cousins podría ser traspasado. El pívot, un carácter indomable pero que en los últimos tiempos ha dado alguna muestra de autocontrol, no dudó en retarle a través de Twitter con aquellas célebres serpientes entre la hierba (una muestra más de la pasión desatada por los emojis en la NBA). Se habló mucho en aquellos días de comienzo del verano: DeMarcus iba a firmar por los Lakers, Karl estaba sentenciado... Pero, finalmente nada de esto ocurrrió. Las aguas volvieron a su cauce.

Y para cerrar este agrio capítulo, el mismo Karl ha comparecido para apagar el fuego que desató y reconocer que se equivocó. "Siendo sincero, le pedí disculpas a DeMarcus por los comentarios en los que decía que nunca había entrenado a un jugador que fuera intraspasable. Estuvo mal decir eso por mi parte. Luego la prensa la prensa lo utilizó y armó un revuelo con ello. Pero mi responsabilidad es ser lo suficientemente inteligente para no decir cosas como esa. Así que le pedí perdón porque pensé que era la única cosa, quizá hubo otras, pero esa fue la principal que dividió al equipo al interpretar todo el mundo que íbamos a traspasar a Cousins", explicó el veterano entrenador (64 años) durante una entrevista con la cadena CSN. La paz vuelve a imperar en los Kings. Veremos si acaba siendo duradera...