Desde el principio se intuía que, a poco que hiciera el Gran Canaria, el partido se rompería fácilmente. Sin comerlo ni beberlo, 5 puntos seguidos de Kuric, un 2+1 incluido, le dieron al Herbalife la primera ventaja importante (12-2), lo que obligó a Ponsarnau a parar el duelo. Seguían los locales castigando la candidez del GBC en defensa, y dos triples de Pangos y de nuevo Kuric ponían velocidad de crucero en el marcador (18-5).

No quería Lawrence que su equipo plegara velas tan pronto, y un triple suyo metió en vereda al GBC y vendó la herida visitante con ese 20-12, excelente guarismo para los suyos, tan deficiente era el juego visitante.

Dio la sensación de que el Gran Canaria había perdonado al GBC pese a que acabó el primer cuarto con un elocuente 23-14 a favor. El propio Lawrence y Doblas mantenían a su equipo en el partido (2+1 del pivot para el 31-24), pero entonces Aguilar descorchó todo su talento para, con dos triples y muchas acciones de mérito, lanzar a los suyos (41-24). Kuric seguía a lo suyo (triple para el 48-25) ante un GBC que apenas pudo maquillarse al descanso.

Paseo. El segundo tiempo no tuvo historia, y si la tuvo fue la que quiso un voraz Herbalife. Con un Omic endemoniado, la grada del Gran Canaria Arena fue partícipe de la sentencia. La diferencia no hacía sino crecer a favor de los locales con cada rebote, cada defensa, cada canasta, cada segundo. Le espera muchísimo trabajo al bueno de Jaume Ponsarnau, mucho más del que jamás imaginó. Sobre todo si Milbourne sigue tirándoselo todo sin criterio. De nuevo Aguilar desde fuera dejó la diferencia en más de 20 puntos (71-49). 37 puntos fue la máxima renta a favor de un Granca lanzado (92-55). Tuvo el debut soñado. El Retabet.es GBC, mejor que lo olvide. Menos mal que solo estamos en octubre.