El Dominion Bilbao volvió a apagarse en el momento más crítico ante un Gran Canaria con una rotación demoledora. Los amarillos siguen con su racha inmaculada entre Liga y Europa, y añaden dudas a los vizcaínos, que encadenan dos derrotas tras el prometedor inicio en Andorra. Se cayeron lastimosamente con un 0-25 y 9:40 sin ver aro. Parece mentira que una plantilla con Raúl López, Mumbrú y Hervelle se presione tanto con la idea de repetir su pasado año para enmarcar y sea tan débil mentalmente. Su frustración es inabarcable y le lleva a precipitarse como colegiales. “Este equipo no ha conseguido nada”, sentencia Sito.

El partido lo quiso hacer largo Aíto, tan extenso como su plantilla, en la que falta Galdikas por lesión pero todo el que sale pone algún grano de arena. No es lo mismo en el Dominion, que sí, empleó a diez hombres en el primer período pero algunos nuevos (especialmente Hannah, Ruoff y Suárez) siguen achicados ante una platea de tanto renombre a la que bautizan como el infierno. Y eso acaba contagiando hasta a los veteranos.

Empezó despeinado el choque y el Bilbao no acababa de estructurarse con lógica. Pérdidas absurdas y canastas falladas cerca del aro le penalizaban. Al Herbalife le iba mal: seis puntos en nueve minutos y un 0/6 en triples le llevaban a ir por debajo. Cuando se fue desatando la rotación, cambió el panorama. Para empezar, Savané martilleando bajo el aro y Oliver dirigiendo magistralmente y anotando de lejos. Total: de 12-6 a 14-13.

El ataque del Bilbao anda atascado en este arranque de temporada, cuesta un mundo pasar de 35 puntos al descanso y de 60 al final. Los viejos roqueros trataron de poner cordura: 35 años de Raúl López ante los 37 de Oliver. Nueve puntos en siete minutos hizo el rapado base del Granca para causar todo tipo de estropicios. Sito andaba manejando la nave con Raúl y Borg e hizo amago de sacar a Hannah, pero el sueco anotó un triple y pidió al norteamericano que esperase. James fue el gran sustento del Bilbao en el primer tiempo: es muy bueno y si sigue así seguro que lo capta algún grande por la cláusula. 10 puntos, seis rebotes, un tapón y 14 de valoración.

Si ante el Nanterre el Dominion salió a cuchillo en el tercer cuarto esta vez anduvo más espeso: 33-40 de inicio tras mate de Omic. Hervelle ha llegado de su participación con Bélgica un tanto saturado, es diesel e irá poniéndose a tono. Metió con rabia un triple para empatar a 43-43. Y ahí se acabó el partido. Había episodios de atolondramiento como .un inicio de contraataque, en el que el pívot belga lanzó el balón a Ruoff, que iniciaba carrera sin percatarse y le dio en la espalda.

Se apagaron las luces locales en Miribilla. Como ante el Nanterre o Valencia en pretemporada. No hubo soluciones tácticas ni anímicas y el equipo se desplomó. Y eso que Hannah parecía sentirse más cómodo tras anotar un triple en contraataque: es su juego, el revoltoso. Era puro espejismo. Es un manojo de nervios. El Granca seguía a lo suyo: a castigar las dudas del Bilbao, que hacía la goma. Salin metió cerca del final del tercer acto un triple tras rebote ofensivo amarillo: 49-57 a falta de dos segundos.

Mumbrú andaba bloqueado (1/11) y desfiló al banquillo. Eso sí, le dio tiempo a superar a Rafa Jofresa y se colocó como el sexto máximo triplista de la historia de la Liga Endesa, con un total de 713. Otra horrorosa frontera de cuartos, en los últimos, condenó a los ‘hombres de negro’: 0-25 a partir de la salida de Bogris por James: 49-76. La brecha se hizo histórica. El Herbalife protagoniza un inicio histórico y se convirtió en líder provisional de la Liga Endesa con 2-0 y un diferencial de 59 puntos. Esto convierte su arranque en el tercero mejor de toda la historia de la Liga Endesa en era ACB (desde 1983).

Sito probó a la desesperada con Dejan Todorovic, pero estaba todo el pescado vendido. Se tiraron 9:40 sin meter hasta que tuvo a bien hacerlo Hervelle. “Ha sido muy duro en cuanto a resultado final. Estamos exigiéndonos algo que aún no hemos demostrado, El ultimo cuarto ha sido terrorífico”, cerró el técnico local. Encima, dos partidos a la semana parece que superan al equipo. ¡Qué porvenir!