Hace unos días, en la víspera del 25 cumpleaños de Ricky Rubio, los Bucks lanzaron un serio aviso a los Wolves. Un mensaje que captaron en Minnesota (donde desafortunadamente se han confirmado los peores presagios y Flip Saunders no dirigirá en ningún momento de esta temporada al equipo) logrando un ilusionante triunfo (112-108) ante el mismo rival en el cierre de una pretemporada que concluyen con un balance (pobre) de 2-5. Ya sabemos que lo que ha ocurrido hasta ahora no sirve para nada en la NBA. Ni mucho menos para sacar conclusiones sobre por dónde irán los tiros cuando comience lo serio la próxima semana (¡qué poco queda!). Ahora bien, en una franquicia con tantos varapalos vividos en los últimos tiempos, ver lo que su columna vertebral (la que forman Ricky, Andrew Wiggins y Karl-Anthony Towns) puede llegar a hacer pone por los aires las esperanzas de los seguidores de los Wolves.

Soñar es gratis. Y más con partidos como el de esta madrugada en el que, atención, los ahora ya pupilos de Sam Mitchell lograron un 50% en triples (9/18). Una faceta en la que Rubio no desentonó (gran señal para él, sobre todo para que le dejen de martirizar con las continuas críticas hacia su lanzamiento) al aportar 13 tantos con 4/7 en tiros de campo. Aportó otras 6 asistencias y 3 robos (el mismo número de balones que perdió) en 29 minutos de acción. Completo partido el suyo y monstruoso el rubricado por el número uno del draft. Karl-Anthony Towns destrozó a Greg Monroe, Henson y compañía y se fue hasta los 18 puntos y 12 rebotes. Completó la baraja de este trío de ases Andrew Wiggins con sus 24 tantos, 6 rechaces y 4 asistencias.

Ellos fueron el alma y la energía la aportaron desde el banquillo un veterano y un jugador de tercer año. En su rol de desatascador, Kevin Martin se fue hasta los 20 puntos. Uno menos consiguió un Shabazz Muhammad que tarde o temprano tiene que acabar siendo titular en este equipo. Puede que no se hable tanto de él, pero es un jugadorazo: 10 tantos en el último cuarto.

Ante la alegría de los Wolves (26 asistencias repartieron), poco pudo hacer un notable Giannis Antetokounmpo: 23 puntos y 7 rebotes. Middleton y Bayless dieron la cara, pero los de Jason Kidd echaron en falta a Carter-Williams y a Jabari Parker, dos de sus grandes activos para esta temporada que ya asoma.