KNICKS 101-HAWKS 112

Horford y los triples acaban con los Knicks de Calderón

El español (2 puntos) y Porzingis (10 y 8 rebotes) volvieron a ser titulares. Carmelo, que sigue sin encontrar su juego, acabó con 25 tantos.

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Nueva York se vistió de gala para ver debutar a los Knicks en el Madison. El espectáculo estaba servido. Ópera para empezar (en forma de himno nacional), cuenta atrás y presentación de la plantilla que ilusionó en pretemporada y machacó a los Bucks en el primer asalto de la temporada. “Derek Fisher y Phil Jackson deben estar muy contentos con el primer partido”, comentaba Reggie Miller mientras la TNT pasaba impagables panorámicas de Manhattan. El azul volvía al Garden neoyorquino y también lo hacía Carmelo Anthony. Pero, como bien dicen, no todos los días son fiesta: los Hawks del rodillo (uno nada espectacular, pero muy eficaz) ya están aquí.

Al igual que en Wisconsin la noche anterior, Robin Lopez abrió el marcador. El ex de Stanford fue el único de los titulares (aún sin Afflalo) que plantó cara al cinco inicial de los de Atlanta. Sus ocho puntos en los primeros seis minutos (acabó con 18) mantuvieron a los locales en la contienda hasta que los triples empezaron a llover desde Georgia. Melo lo intentaba, pero solo encuentra el hierro y el bullyball no es tan efectivo cuando te falta chispa en las piernas. 20-30 se llegó final del primero tras un 14-2 que le quitó la sonrisa al Madison, con unos Hawks a los que no les quedaba ni una sola duda de las que aprovechó Drummond hace un par de días: manos activas en defensa y mejor movimiento de balón.

Tormenta desde el perímetro

Aparecieron los héroes del miércoles. Galloway, Grant, O’Quinn, Thomas y Williams (40 puntos desde el banco) apretaron el choque nada más arrancar el segundo cuarto, dejando casi cinco minutos sin una canasta en juego a los visitantes e incluso puniendo a los suyos por delante durante unos segundos (31-30). Entonces llegó la tormenta. Un aguacero brutal. Dejó goteras que los Knickerbockers nunca supieron tapar. De tres, una y otra vez (8-13 en la primera mitad). Korver y Horford, Horford y Korver: 24 entre los dos al descanso y no habían hecho más que empezar (sobre todo el dominicano, que acabó con 21 y 9). Tanto acierto exterior desmanteló a una defensa que nunca volvió a ser la misma. Los de Fisher sucumbían desde el 7,25 (3-15 al descanso) y no encontraban la fluidez de la que hacían gala sus rivales (los Hawks, 26 asistencias). ¿Había tiempo para la reacción?

Anthony luchó. Eso no se lo quitará nadie (acabó con 25 puntos tras el maquillaje final). Sin embargo, y pese a un tremendo mate tras robo y reverso de Kristaps Porzingis (10 puntos y 8 rebotes) que levantó a un Madison confuso, los Hawks paseaban a sus anchas por el parqué neoyorquino: 76-55 pronto en el tercero con un Teague imperial (23+8). Se iban alargando los rostros de los Duchovny (Expediente X/Californication), Kate Upton, Ben Stiller y compañía. Al final, el banquillo local lo volvió a intentar (9-0 de parcial a segundos del final del tercero), pero el incorregible Horford y la combinación de velocidad y muñeca de Schröder hicieron de cortafuegos. Game Over. Primer triunfo del curso para Atlanta y primera decepción en Manhattan. No todos los días son fiesta.