Duncan, Parker y Ginóbili. Tres nombres que por separado son instituciones de la NBA, pero que juntos son historia con mayúsculas de la Liga estadounidense. Los tres juntos han ganado cuatro anillos de campeón (Duncan uno más) y nunca han descendido del 60% de victorias en Temporada Regular, con 50 o más victorias en esas 13 temporadas seguidas en las que han compartido vestuario. Este tridente suma 55.488 puntos, 20.869 rebotes y 13.538 asistencias. Fríos datos que se ven ensombrecidos cuando te das cuenta de que los tres unidos han llegado a los 541 partidos ganados, uno más que aquel mítico trío de Boston formado por Larry Bird, Kevin McHale y Robert Parish. Un hecho que les convierte en el mejor trío de la historia, sin réplica posible. Además, Duncan superó los 26.000 tantos en campaña regular. El ala-pívot suma ahora 26.004 en 1.334 partidos disputados.

E ironías de la vida, lo hicieron ante los Celtics (87-95), en un Garden que fue la casa del hasta este domingo el mejor tridente de siempre. Lograr la grandeza permite este tipo de curiosidades que ensalzan aún más una gesta que parecía imposible de superar y que solo está al alcance de los mejores, de los que siempre recordarás su nombre. El porcentaje de partidos ganados, sin embargo, sigue siendo peor que el de los tres de Boston. Los de San Antonio tiene un 73,4% (541-196), mientras que Bird y compañía alcanzaron antes de separarse el 74,1% (540-189). Casi nada.

Es verdad que estos Celtics no son aquellos Celtics. Los grandes momentos quedan ya lejos en Massachusetts y ahora los Spurs son demasiado gigantes para esta franquicia en reconstrucción que aspira a los playoffs, pero no al anillo. A pesar de ello plantaron cara. Llegaron al último minuto solo cinco abajo (85-90) y con balón en tres ocasiones para que la distancia fuera mucho menor, pero Isaiah Thomas y Amir Johnson fallaron sus tiros, y Avery Bradley, que segundos antes había hecho un mate colosal, perdió el balón.

Todo ello tras resistir el mejor partido de LaMarcus Aldridge (23 puntos y 14 rebotes) con la camiseta texana y la sangre fría, de horchata, de Kawhi Leonard. El alero no solo anotó 19 puntos, sino que fue el más seguro cuando la avalancha verde se acercaba al lograr 7 de los últimos 12 tantos del equipo de Gregg Popovich. En cuanto a los Celtics, el trío (en este encuentro solo se habla de tres en tres) formado por Smart, Isaiah Thomas y Bradley sumaron más de la mitad de los puntos hechos por su equipo con 50 de los 87 finales.