"Una dominación completa". Razón no le faltó a Fred Hoiberg a la hora de definir un partido en el que sus Bulls ofrecieron una muy pobre imagen. Y es que los Hornets pasaron por encima (130-105) de los de Illinois de principio a fin. Es más, el duelo pareció ya resuelto al término del primer cuarto (37-20). Ante la nula defensa de los visitantes, la franquicia cuyo propietario es Michael Jordan veía el aro como una piscina. Al Jefferson se gustaba penetrando como Pedro por su casa y Nicolas Batum sumaba desde la línea. Así comenzó Charlotte a forjar su primera victoria del curso tras encadenar tres derrotas de inicio.

No se trata más que de una derrota, dolorosa por las formas eso sí, de la larga y recién estrenada Regular Season. Sin embargo, los Bulls no pueden permitirse perder sus principales señas de identidad de estos últimos años: la defensa e intensidad. Anoche no ofrecieron ninguna de estas dos cosas. Dos datos así lo reflejan. Llevaban más de cinco años, desde marzo de 2010, sin encajar 130 puntos en un partido no resuelto en la prórroga. Los números en el rebote les dejan igual de mal parados: 52-33. "Fuimos blandos. Nos azotaron el culo", reconoció un autocrítico Jimmy Butler. Con 26 puntos fue el líder de su equipo en anotación.

No obstante, Joakim Noah únicamente salvó de la quema general al "rookie". Bobby Portis debutó en la NBA sumando 10 tantos en otros tantos minutos. Si bien su gran aportación fue el evitar una canasta con el juego ya parado nada más saltar al parqué. Al más puro estilo Kevin Garnett. Poco más se puede decir de los hombres de Hoiberg. Nikola Mirotic se quedó en 5 puntos con malos porcentajes en tiros de campo: 2/11. Pau Gasol se fue hasta los 13, además de lograr 8 capturas y 3 asistencias, pero pasó sin pena ni gloria por el Time Warner Cable Arena. Pero lo más preocupante quizá resulte la pobre aportación de Derrick Rose. El base (4 puntos) encadenó su tercera noche sin sumar dobles digítos en anotación. Algo que nunca antes había experimentado en su carrera.

La debacle podría haber sido aún peor sin los triples de Brooks y McDermot. Sumaron 9 entre ambos, si bien esto sea un simple dato anecdótico ante el fenomenal rendimiento ofrecido por los Hornets. Tampoco hay que quitar méritos a su partido. Supieron oler la debilidad del rival y se ensañaron con fuerza. Mejor dicho, con acierto. Y es que sus porcentajes de acierto fueron toda una maravilla: 51,6% en tiros de campo, 60,9% en triples y 95,7% desde la personal. Jeremy Lamb dio réplica desde el banquillo con sus 20 puntos al zarpazo inicial dado por sus compañeros titulares, quienes vivieron una plácida jornada. Tanto fue así que los Kemba Walker, Batum o Al Jefefrson pudieron disfrutar desde la grada con los triples de Spencer Hawes, Lin o Frank Kaminsky.

Un aviso para Chicago y Fred Hoiberg. La apuesta por el técnico pretendía insuflar un soplo de aire fresco y mayor dinamismo ofensivo ante las ataduras impuestas en la etapa de Thibodeau. Pero ya sabe que debe andarse con ojo. En la próxima cita reciben a los Thunder de Durant y Westbrook. "Se pude poner pronto muy fea la cosa si no defendemos", vaticina Butler. En sus manos y en las de sus compañeros está que no sea así.