Los Lakers siguen sin conocer la victoria esta temporada (0-4 es el balance que ahora lucen) tras caer ante los Nuggets (109-120). Los 30 puntos de Jordan Clarkson y los 24 de Lou Williams fueron insuficientes ante la hemorragia defensiva mostrada. Un sangría que lleva camino de hacerse crónica este curso. No en vano, reciben una media de 117 tantos por noche. Y todo ello habiendo disputado el 75% de los partidos en casa y habiéndose medido ante rivales (Minnesota, Sacramento, Dallas y Denver) que difícilmente alcanzaran los Playoffs en un Oeste que otro año más amenaza con pasar factura a los de púrpura y oro. Entre Faried (28-15) y Gallinari (21-8) se encargaron de sumar el segundo triunfo para los de Colorado (2-2).

En un equipo joven como el que tienen los angelinos, perder puede estar a la orden del día. Pero no así de la manera en que lo hacen. De nuevo volvieron a sufrir un periodo de desconexión total que les condenó a ir remolque en todo un último cuarto en el que fueron incapaces de contar con opciones reales de triunfo. Mediado el tercer periodo, los de Byron Scott dominaban por 6 (72-66) tras un mate de Roy Hibbert. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos (cosa de 3 minutos) encajaron un parcial de 2-15 que les colocó ya por debajo (74-81). Y ya por si fuera poco, al rato Mudiay logró un 3+1 tras falta de D'Angelo Russell que le permitió sumar su primera canasta en juego tras arrancar con un 0/8. Un jarro de agua fría.

Precisamente, el duelo entre ambos bases novatos era uno de los atractivos que presentaba este Lakers-Nuggets. Russell se quedó en 7 puntos y 6 asistencias, además de quedarse sin jugar un solo minuto en el cuarto decisivo. Números que mejoró un Mudiay que firmó su primer doble-doble en la NBA: 12-10. Sin embargo, debe mejorar y mucho en el cuidado del balón. Con las 6 pérdidas cometidas esta noche, tiene el dudoso honor de liderar la Liga en este apartado estadístico con una media de 6,25. Una barbaridad.

Pese a ello, los angelinos fueron víctimas de sus propios errores. Como su falta de acierto en el lanzamiento: 41,4% en tiros de campo y 23,1% (6/26 en triples). Kobe Bryant, 11 puntos y de nuevo desafinado (4/11), no tiene motivos para dejar atrás su cabreo. Quizá por ello sus cinco personales en menos de media hora de juego. "Kobe es la última persona que me preocupa", dice Scott. Ahí razón no le falta. Tiempo hay para revertir esta situación, pero lo cierto es que en LA parecen más próximos a revivir un curso como el anterior (están calcando el inicio) que a dar ese necesario paso hacia adelante. Veremos.