El Unicaja afronta este partido contra el CSKA asimilando la tremenda decepción por haber sido excluido de facto para jugar en adelante la Euroliga, salvo enrevesadas carambolas. El club ha decidido guardar silencio. Pero el comentario entre pasillos es que volver a disputar esta competición será poco menos que una quimera. Nadie entiende que ha podido suceder para que, de manera burocrática, se pongan fin a 15 temporadas consecutivas de los malagueños entre los mejores equipos de Europa.

Entretanto hoy se mide al supermillonario campeón de Rusia, el temible CSKA, con un presupuesto galáctico (más de 45 millones frente a los 11,5 de los malagueños). Joan Plaza ha recuperado a Germán Gabriel, que sufrió problemas de abductores y que ha ido a Moscú. Los rusos han ganado sus cuatro partidos, al igual que los malagueños. Un poderoso CSKA con grandes tiradores como Teodosic y De Colo, sin olvidarnos de Hynes o Jackson.

El Unicaja lleva una gran trayectoria en esta edición de la Euroliga teniendo el Top-16 a tiro. Pero muchos aficionado se preguntan si ahora merece la pena desgastarse en esta competición si, se haga lo que se haga, no computará para el año que viene. Lío burocrático y malas sensaciones. Sin Euroliga, menos dinero y prestigio y los mejores jugadores ya no querrán venir. No es de extrañar que un partido tan grande como el de esa tarde haya quedado eclipsado del todo.