ESTRASBURGO 93 - REAL MADRID 86

El agujero negro en defensa se traga al Madrid en Estrasburgo

Los de Laso encajaron 22 puntos en los primeros cinco minutos ante un rival que promediaba 68. La ventaja francesa llegó a ser de 20: 83-63. Lo único positivo, la aparición de Taylor.

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El anuncio esta semana de la nueva y millonaria Euroliga, la de la élite, tuvo respuesta rápida de los modestos. Rebelión salvaje. Como la del Estrasburgo ante el campeón de Europa. Y la del Cedevita frente al Baskonia. Y alzamiento reivindicativo también de los no tan modestos, como el Unicaja en Moscú, que clama por la plaza perdida, y el Darussafaka en Tel Aviv. Una revuelta que en Francia llegó con frenesí anotador: el del Estrasburgo, que hasta ahora promediaba unos pobres 68 tantos por noche, y que terminó con 93. ¡Sumó 22 en los primeros 5 minutos y medio! Y 78 en los tres primeros cuartos.

Un torrente que arrastró al Real a sus cotas más bajas en la era Laso. El Madrid de los cien puntos, o casi, pero encajados. Recibió 99 del Bayern la semana pasada y aun así llegó a tiempo para remontar. Esta vez no hubo triple de Carroll. Le faltó un par de minutos más para lograrlo.

El dúo Campbell-Beaubois le había electrocutado. Los bajitos jugones se combinaron para 39 puntos. Brillantísimos ambos y admirable el Estrasburgo, igual que cuando arrasó al Fenerbahçe por 21. Méritos no casuales, queda claro. Pero méritos que no explican por sí solos la pobre actuación de los blancos. Flojísimos atrás. Desconcentrados, anulados en la pintura por la energía local.

Y en medio del hundimiento, asomó el peinado de Jeff Taylor: 21 puntos con 9 de 10 en tiros y una colección de mates NBA; +14 con él en pista. La nota positiva, una pieza de talento más para sumar al grupo, que este viernes tuvo a Carroll renqueante por una torcedura y a Thompkins ausente por precaución (molestias en una rodilla). Una pieza de clase, decimos, pero lo que faltó fue abnegación atrás, concentración y coordinación. Faltó entrega grupal, faltó bloque defensivo. Y por ahí, por ese agujero negro desapareció el Madrid ante los de Vincent Collett. El seleccionador francés sonríe dos meses después del Eurobaket, de la toma española de Lille.

Los interiores blancos apenas anotaron 18 tantos, e incluimos ahí a Maciulis, es decir cuatro de cada cinco canastas las firmaron los exteriores. Más Taylor colgándose del aro. El tráfico de manos y centímetros colapsó a la mejor pareja en este arranque de curso: Reyes-Ayón. La única vía de escape fue el alero sueco, pero la defensa no daba para nada. Al primer arreón francés (22-9) respondieron Rudy y Llull con un 0-16 (22-25). Adelantamiento fugaz para volver al rebufo.

El inicio de la segunda parte calcó quinteto (Llull, Carroll, Rudy, Reyes y Ayón) y calcó errores. La desventaja tocó los 20 (83-63) ya en el último cuarto. Y cuando ya había perdido, el Madrid volvió a acariciar la remontada. Increíble aunque no llegara, le faltó la cuerda que había soltado antes. El grupo se calienta, todo está en el aire, incluso la clasificación. La rebelión de los modestos.

El Madrid despegó antes del cierre de la frontera francesa

Los terribles atentados que ha vivido esta noche París llevaron al gobierno francés a cerrar las fronteras, pero la expedición del Real Madrid pudo despegar minutos antes de Estrasburgo. El equipo aterrizó en la capital de España a la 01:30 horas de la madrugada. Los jugadores estaban consternados por lo ocurrido.