Stephen Curry es el actual MVP y, ahora mismo, el gran candidato a repetir galardón en 2016. El genial base es, de largo, el gran jugador de este inicio de temporada, esta vez sin nadie ni remotamente cerca (la sombra de la barba de James Harden le persiguió constantemente en la carrera por ser el mejor de la pasada temporada). Promedia 33,4 puntos, 5,1 rebotes y 5,6 asistencias por partido. Y es también el tercer jugador que más balones roba (2,5 por noche). Además de que, claro, suma ya 57 triples (en 11 partidos) con un 45% de acierto al que suma un 93% en tiros libres y casi un 52% total en tiros de campo. ¿Sobrehumano? Prácticamente… y con la sensación de que no se exprime al 100% en muchos partidos. O más bien durante los partidos completos ya que a su equipo no le suele hacer falta. De hecho está jugando 35 minutos de media, lo que no le ha impedido anotar ya tres veces 40 puntos o más. Su tope de la temporada, 53 a los Pelicans con un 8/14 en triples.

Así que… ¿hasta dónde llegará Stephen Curry? ¿Es una locura que podría batir los míticos 100 puntos en un partido de Wilt Chamberlain? Él mismo no lo ve posible… aunque sí se siente capaz de alcanzar cifras históricas: “El baloncesto ha cambiado mucho con respecto a cuando Chamberlain metió 100. No sé cuántos tiros necesitó para meterlos. Sería muy difícil. Pero si yo lanzara con los porcentajes del día de los Pelicans jugando los 48 minutos… Podría llegar con esos tiros de más a 75 puntos o algo así. Tirando casi perfecto. Pero 100, creo que no”.

El récord de Curry en un partido durante su carrera está en 54 puntos. Pero en su nivel actual parece un candidato, en una noche especialmente mágica, a acercarse al menos a aquellos 81 puntos de Kobe Bryant ante Toronto Raptors (2006). La siguiente mejor marca en la NBA reciente son los 71 que anotó David Robinson (San Antonio Spurs) ante Los Angeles Clippers.