Cuando un grande tropieza con un obstáculo imprevisto, el enfado siempre lo paga otro, un tercero. El primero que pasa por la puerta. Y esta vez fue el ICL Manresa. Le tocó la china. A los de Ibón Navarro les cobraron enterita la vajilla rota del Madrid en la Euroliga. El equipo local arrasó de principio a fin (hasta 40 puntos de renta: 106-66). No crean que hubo metamorfosis, cambio radical en el juego blanco, algo que tampoco necesita.

El Real mostró el talento de casi siempre en ataque y unos cinco primeros minutos de gran concentración atrás. Cinco minutos que quebraron la ilusión manresana de repetir hazaña, de celebrar otra victoria como la de mayo pasado tras 17 años de derrotas continuas. Un arranque de duelo para el que Laso tiró del mismo quinteto inicial de Estrasburgo, el mismo que no fluyó en Francia doblegó esta vez de un zarpazo al enemigo liguero (repitió luego en el tercer cuarto, aunque ya en plan conservador).

Ayón anuló a Dejan Musli al poste, vértice ofensivo visitante, y machacó en aro ajeno cinco veces: 13 puntos y 5 rebotes en cuarto y medio (9 de 9 en tiros y 33 de valoración al final). El pívot serbio iba para figurón cuando era un chaval y conserva el ramalazo de talento, pero el mexicano le abrumó. El 17-5 inicial fue la primera firma en el finiquito del duelo, pero luego hubo que seguir rubricando hojas, como en un contrato, con seriedad y a la vez cierto aire rutinario: 26-13, 44-22… y 82-52 y 93-56 después de poner fin a unos minutos de sosiego.

Thompkins volvió a quedarse en el banco por precaución (rodilla), aunque la afición encontró alternativa en los vuelos sin motor de Taylor. Para taponar, para machacar y para penetrar. También para tirar de tres. Está dentro ya. Dinámica cogida tras la lesión. Y vimos a Luka Doncic parando en un uno contra uno a Montañez, que le saca 20 años (36 frente a 16). Destellos de clase del esloveno, una finta por aquí, un pase por allá, una canasta tras reverso… Lo mejor, sin embargo, es que entró en cancha y elevó la intensidad del perímetro junto a Taylor. Y eso, a sus años, sí es alucinante.

Añadan cositas de Carroll, de Reyes, de Nocioni; minutos aprovechados por Hernangómez y cumpleaños tranquilo y generoso para Llull: 28 años ya y 10 asistencias. En el Manresa, solo Chase Simon abandonó su liga para pelear en la del Madrid: 106-68. Un Madrid que lanzó con un acierto del 74% de dos (26 de 35) y del 50% de tres (12 de 24). A todo eso súmenle cinco minutos de defensa extrema. Imparable así.