Brandon Knight tiene todavía 23 años pero Phoenix Suns es ya su tercera franquicia. Ni Pistons ni Bucks apostaron por él a pesar de que siempre ha jugado bien. Entre trazas de futura estrella pero con la amenaza de acabar siendo uno de esos buenos jugadores de equipo menor, los Bucks prefieron jugársela con el contrato rookie de Carter-Williams (a ver qué pasa…) en lugar de pagar a Knight lo que sí le han dado los Suns: 70 millones por cinco años. Por ahora, en Arizona pueden estar más que satisfechos con la apuesta. El base promedia esta temporada 21,9 puntos, 4,8 rebotes y 5 asistencias. Y en sus tres últimos partidos está cogiendo carrerilla con aroma a All Star: del triple-doble monstruoso ante los Lakers (30+10+15) a otra exhibición en Denver: 38 puntos, 11 rebotes, 6 asistencias. En esos tres últimos partidos promedia 30,3 puntos, 8 rebotes y 8,3 asistencias. Y a los Suns les van bien las cosas.

Porque los Suns tienen por fin un plan, que pasa por ponerse en manos del backcourt Knight-Bledsoe (que anotó esta vez 22 puntos) y mejorar atrás a partir del ancla que supone Tyson Chandler. Por ahora 7-5 tras llevarse (107-114) un duelo casi de iguales ante Denver. Los Nuggets tienen algo menos pero aspiran a algo parecido. Aunque si uno de los dos se cuela en la pelea por los playoffs, debería ser Phoenix. En los Nuggets, que ahora recibirán a los Warriors, Gallinari sumó 15 puntos y 10 rebotes, Gary Harris 20 puntos y Mudiay 26 puntos y 5 asistencias. Tope anotador de su carrera y un 10/16 de tiros con, eso sí, 6 pérdidas. Su gran problema en un año rookie que ha comenzado con muy buenas sensaciones.