CLIPPERS 80 - RAPTORS 91

Los Clippers, en el infierno: casi remontan 30 puntos... y pierden

El equipo angelino, en barrena: 2-7 en los últimos 9 partidos. Esta vez se dejaron el triunfo en un nefasto primer tiempo (34-63). Después se pusieron a 6 pero no remontaron.

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Los Angeles Clippers o lo que es lo mismo: no funciona nada. Ahora mismo, nada. Es como si las dos derrotas ante los Warriors, por forma y por fondo, hubieran cavado un foso del que sencillamente no saben cómo salir. O como si la maldición que rodea a la franquicia se cerniera sobre ellos como una soga alrededor de su cuello. Lo que sea, y es muy pronto. Pero los Clippers emiten señales mortecinas, un eco que retumba por un Staples gélido, con más cabezas que voces. Como siempre que juega el otro equipo de Los Angeles.

Los Clippers han perdido dos partidos de una forma extremadamente dolorosa ante los Warriors, que han dejado de ser cualquier cosa parecida a su némesis para convertirse en un ente que viaja ahora mismo a años luz. De todos pero especialmente de ellos, rivales de División y de trash talking. Cuando se enfrentaron por primera vez, en Oakland, los dos equipos estaban 4-0 y era uno de los primeros partidos del año. Ahora los Clippers están 6-7. Una cuenta clara: 2-7 en 9 partidos. Y ya tres derrotas seguidas. Sin lesionados. Sin coartadas. Siempre con tintes crueles, con esa sombra casi masoquista que les persigue. De la remontada imposible de los Warriors a los triples de Lillard y de ahí a este milagro que no fue. Porque ante los Raptors pudieron cambiarlo todo y se quedaron igual: 34-63 al descanso, 67-73 con más de siete minutos por jugar… y derrota (80-91). Rozar el ridículo, bordear la remontada del año… y derrota. Las cosas de estos Clippers.

Los Raptors, que se han quedado sin Valanciunas por lesión, siguen sumando en el Oeste. Buena cosa y algo ya no tan raro para los visitantes del Atlántico. Están 9-6 después de casi suicidarse tras sufrir ese mal de altura que suele agarrar por el pescuezo a los equipos que tienen el partido ganado demasiado pronto. Con el trabajo hecho y sólo a falta de rúbrica, dejaron de jugar y se dedicaron a esperar, a ver cómo pasaba el tiempo. Y dieron vida a un rival muerto al que (una vez más...) le faltó un último golpe de espíritu. De un primer tiempo impecable (sellado con el 11-30 del segundo cuarto) a una lamentable suma de minutos llenos de pérdidas y sin ningún movimiento. Ni de las piernas ni de las neuronas. Hasta ese 67-73 que olía a terremoto y al que siguió un dócil triunfo en cuanto los de Casey se metieron otra vez en faena. Mala cosa para los Clippers. Muy mala.

Fue una historia de dos mitades que queda explicada en el partido de DeMarre Carroll: 21 puntos en el primer tiempo, ninguno en un segundo en el que los Raptors vivieron de las rentas, cositas de Scola (20 puntos, 8 rebotes), rebotes de Biyombo (14) y tiros libres de DeRozan (13/14 para 21 puntos). En L.A. el panorama es ahora mismo, y con tiempo para volantazos, desolador. Chris Paul tardó en entrar en juego, apareció y volvió a irse. Blake Griffin jugó un partido nefasto (9 puntos, 6 pérdidas, ninguna producción hasta el intrascendente final) y Redick metió 12 puntos en los primeros 6 minutos… y terminó con 17. DeAndre Jordan sumó (13+15) pero la segunda unidad estuvo otra vez para pocos trotes. Doc Rivers no está logrando ni resucitar a Stephenson ni inyectar sangre a Wesley Johnson ni, claro, atrasar el reloj de Paul Pierce. Y los Clippers parecen otra vez lo mismo de siempre, lo que no les ha bastado sistemáticamente, sólo que ahora mismo peor. En versión ruina. Pero estamos en noviembre, así que veremos…