¡Durant ha vuelto! Es una gran noticia, pero mejor sería que pudiéramos dejar de decirlo. Con el '35' vestido de corto los Oklahoma City Thunder son otra cosa. Como dijo Donovan ayer, sus pupilos estaban empezando a encontrar el ritmo ofensivo sin su gran estrella, pero es que cuando él está, y está bien, no hay color (evidentemente). Ayer, tras perderse los seis partidos anteriores, el MVP 2014 regresó a los parqués para destrozar a unos Utah Jazz que debían pensar ¿por qué contra nosotros? Durant se echó el equipo a la espalda desde el inicio (11 puntos, 4-5 en tiros y tres robos en un gran primer cuarto) y ya nunca miró atrás. Los Thunder sentenciaron pronto el choque (40-26 en el segundo cuarto) y el alero acabó con 27 puntos en solo 13 tiros de campo (solo falló tres de los seis triples que intentó, 77% en tiros de campo), seis rebotes y cuatro robos de balón. "Cuando estuve preparado para volver físicamente, me aseguré de trabajar duro para que mi cuerpo estuviese preparado para cualquier cosa. Simplemente tengo esa mentalidad de que, pase lo que pase, voy a volver desde donde lo dejé. Creo que eso es lo que separa a los buenos jugadores de los grandes jugadores, esa mentalidad", dijo Durant al finalizar el choque. 

Por otro lado, Westbrook sigue acumulando buenos partidos. Cedió protagonismo (solo tiró 10 veces a canasta) y se sentó con 20 puntos, siete rebotes y nueve asistencias. Como si nada. "Nos faltaban 30 puntos en el quinteto", comentó el base cuando le preguntaron por la vuelta de su compañero de batallas. Los Jazz pueden sacar un buen puñado de conclusiones negativas del partido, aunque siendo ante unos buenos Thunder igual hay que esperar unos días para confirmar sospechas: no tienen puntos para competir con los grandes del Oeste (no suelen tenerlos) y necesitan urgentemente un base. Defender es clave en esta liga, pero también hay que poner tantos en el electrónico y dar algo de espectáculo. Lo primero les cuesta horrores y de lo segundo hace años que no saben nada.