Kobe Bryant, en todos los debates por sus pésimos porcentajes de tiros, firmó un 1/14 que le puso definitivamente en le picota en el partido que los Lakers entregaron de forma absolutamente mansa a los Warriors, el del 16-0 para los de Oakland. Después, Byron Scott volvió a ponerse de perfil en lo que respecta a la leyenda en declive del equipo, una actitud que contrasta las poses mucho más pétreas que ensaya cuando habla de los jóvenes valores del equipo: Russell, Clarkson, Randle…

El propio Kobe, que en las últimas semanas ha asumido su responsabilidad y ha hablado de forma constructiva de trabajar para el bien colectivo y el desarrollo de ese talento joven que es el único gran activo actual de la franquicia, se puso esta vez más a la defensiva, se refirió a malas posiciones de tiro derivadas del mal trabajo colectivo y llegó a asegurar que podría “promediar 35 puntos” pero que entonces su equipo dejaría de estar 2-12 para, como mucho, “estar 3-11”. También aseguró que sus malos tiros no eran un problema de piernas agotadas sino de frustración: “Me desesperé y perdí la concentración”.

Y, en la marejada constante que rodea a la franquicia, irrumpió Nick Young, un jugador sin pelos en la lengua y que siempre ha expresado su admiración por Kobe. Pero que ahora quiere ver un estilo más colectivo en referencia clara al 24: “Esto no puede ser como un videojuego en el que te coges a tu jugador favorito y te las juegas todas con él. Tenemos que compartir más la pelota, no puede ser que un solo jugador mediatice tanto nuestra forma de jugar. Tenemos que ser un equipo”.