ROCKETS 93 - GRIZZLIES 102

Marc toma Houston: ni Harden (40) salva a los Rockets (5-10)

Sin Zach Randolph, los Grizzlies infligieron a los texanos su tercera derrota consecutiva. Harden (4º partido de 40 puntos este año, iguala a Curry): "Todos estamos frustrados".

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NBA

La visita de los Grizzlies a Houston confirmó las opuestas dinámicas que siguen ambos equipos. Tras este triunfo (93-102), Memphis suma su sexta victoria en los últimos siete encuentros, lo que le sitúa con un balance de 9-7 y (por increíble que parezca) entre los cuatro mejores equipos del Oeste. Mientras, los Rockets continúan hundiéndose cada vez más: su séptima derrota en los últimos 10 partidos les coloca un récord de 5-10. La destitución de Kevin McHale no ha tenido el efecto esperado en los texanos, que únicamente han ganado un encuentro desde que J.B. Bickerstaff tomara el mando. La única buena noticia para el, recordemos, actual subcampeón del Oeste es el bajo nivel que están mostrando otras de las superpotencias de esta temida Conferencia. Únicamente dos encuentros les separan de unos puestos de Playoffs que ahora mismo cierran unos Clippers también con récord negativo (7-8). El mundo al revés.

Quizá por ello, y aunque lo piensen, no han encendido la alerta roja y prefieren aún ahorrarse la dichosa frasecita: "Houston, tenemos un problema". Pero lo tienen. Porque palmas pese a que James Harden haya anotado 40 puntos (es su cuarto partido del curso en el que alcanza esta marca, igualando así a Curry). Y eso que ahora cuenta como escudero con un tal Dwight Howard (desaparecido esta madrugada: 12 tantos y sólo 5 rebotes en 40 minutos de juego). El curso pasado, los Rockets sufrieron en sus propias carnes el drama de las lesiones, pero les bastó con el temporadón completado por su estrella. No está siendo así en este. Ante los Grizzlies, 'The Beard' (La Barba) fue de largo el mejor de su equipo. No tuvo los problemas en el lanzamiento (12/19 en tiros de campo con 5/9 en triples) que sí experimentaron entre el resto de sus compañeros (18/52). Así, difícil.

Más aún si delante tienes a un equipo bien plantado y serio. Memphis ha recuperado la eficacia y con ella la sonrisa. Ante el mismo rival ante el que la semana pasada firmó el primer triple-doble de su carrera, Marc Gasol volvió a ejercer de faro (+16 con él en cancha) del engranaje visitante. Aunque eso sí, no asumió ningún tipo de protagonismo (11-7) y perdió hasta 6 balones por las dos asistencias que repartió. Con el español a medio gas, y sin Zach Randolph por cuarto duelo consecutivo, los osos volvieron a sacar provecho de un small ball que sitúa al mejor Jeff Green (20 tantos con un perfecto 10/10 desde la personal) en meses como 'cuatro' abierto. Y es que el alero se ha convertido en el mejor termómetro de su equipo. Victoria asegurada cada vez que anota en dobles figuras. Todo un filón. Y un talismán (como Mario Chalmers).

Pero en esta ocasión, no fue el ex de los Heat quien agitó el partido saliendo desde el banquillo de los de Joerger. A la regularidad ya encontrada de Conley, hay que destacar los 10 tantos que Courtney Lee (un ex 'rocket') aportó en el último cuarto para acabar certificando el triunfo de los suyos. Merecido y plácido podríamos decir. Pese a que Houston tuvo varios acercamientos en el marcador, viajó toda la noche en el vagón de cola del marcador. Únicamente le mantuvo en la vía Harden. "Por supuesto que todos estamos frustrados", reconoce. Pero se muestra optimista. Cree que tarde o temprano lops tiros acabrán entrando porque "la confianza sigue ahí". "No tenemos que tirar porque estemos abiertos. Tenemos que tirar porque confíamos en anotar esos tiros", prosigue un Bickerstaff al que, de seguir mucho más tiempo con este dinámica, se le va a pasar el arroz.