Jahlil Okafor ya sabe lo que conlleva la fama NBA en su lado más negativo. La pelea nocturna en Boston ha dado la vuelta al mundo y el rookie ha tenido que salir a pedir disculpas, arrepentido por no comprender que en todo momento representa a los Sixers. "Estoy avergonzado... ese no soy yo. Debí irme, pero perdí el control", manifestó el prometedor ala-pívot.

A la espera de la decisión disciplinaria que adopten tanto la Liga estadounidense como su equipo, Okafor puede respirar tranquilo en el plano legal. La policía de Boston informó de que no investigará los hechos acaecidos, siempre y cuando nadie presenta una denuncia por agresión.