NUGGETS 80 - SPURS 91

La defensa y un Leonard a nivel MVP lanzan a los Spurs

Nueve victorias en diez partidos para unos Spurs que aguantan (13-3) el tirón de los Warriors. Descansan Duncan y Ginóbili y Leonard se sale: 27+7+6+4+5. Hace de todo.

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Los Warriors suman, suman y suman. Y se van descolgando Grizzlies, Clippers, Rockets, Thunder… pero aguantan los Spurs. Sin hacer demasiado ruido, algo que en este final de otoño/principio de invierno es marca de la casa en San Antonio. Pero nueve victorias en diez partidos y 13-3, a poco más de tres partidos del 17-0 del mejor equipo de la NBA. Mientras la Liga se devana los sesos para encontrar nuevos calificativos para los de Oakland y explicar los altibajos en Houston, Memphis o L.A., los Spurs avanzan. Todavía no han perdido en su pista y están en el 81% de victorias. Y todo mientras siguen ajustando su ataque a LaMarcus Aldridge y mientras se permiten dosificar fuerzas en los tramos más duros de calendario. En Denver no jugaron ni Tim Duncan ni Manu Ginóbili. ¿Y qué?

Nada. Nada de nada. Con Marjanovic como pívot titular y sólo 8 puntos de LaMarcus (18 minutos en pista, poco feeling en el ataque), los Spurs ventilaron a los Nuggets (80-91) con otro buen partido de Tony Parker (que se está acercando a una muy buena versión de sí mismo: 13 puntos, 5 asistencias en 24 minutos); con una defensa que es ahora mismo la mejor de la NBA: sólo dos equipos les han metido más de 84 puntos desde el 11 de noviembre, reciben una media de 89,8 y tienen un rating de 93,4, un punto mejor que el de Miami Heat.

Y con Kawhi Leonard, claro. El asesino silencioso es uno de los mejores jugadores de la NBA. No por glamour ni titulares. Con 24 años ya tiene un MVP de una final y un premio al Mejor Defensor. Y ahora, si no existiera Stephen Curry (que por suerte existe, vaya que sí) estaría casi a la cabeza de la carrera por el MVP. Ante Denver hizo literalmente de todo hasta que el partido estuvo a buen recaudo: 25 puntos con 18 tiros (11/18), 7 rebotes, 6 asistencias, 4 robos, 5 tapones. Una barbaridad con su habitual rostro de aquí no ha pasado nada. Sí pasa: es uno de los grandes, desde luego el líder (un líder distinto pero un líder de verdad) del segundo mejor equipo de la actual NBA. Y el mejor de los últimos años.

Denver sostuvo el ritmo hasta el tercer cuarto: de 51-52 a 58-70 con 9 puntos en la escapada de Kawhi y 5 (acabó con 12) de Jonathon Simmons, otro de esos juguetes de Popovich, un jugador al que un equipo como San Antonio Spurs puede convertir en relevante en una rotación NBA. En los Nuggets Gallinari anotó 16 puntos pero sufrió a Kawhi (5/15). Mudiay se quedó en 3/14 para 9 puntos y los de las Rocosas volvieron a quedarse cortos ante un equipo muy superior. Ley de vida en una reconstrucción que al menos va cogiendo cierta forma al compás de un entrenador tan sensato como Mike Malone.