Si los Knicks querían medir su nivel competitivo ante otro de los equipos emergentes del emergente Este, la cosa les salió muy rana. Contra la tremenda defensa de los Heat, la segunda mejor de la NBA a la espalda de lo de los Spurs, los neoyorquinos se dieron un tremendo costalazo (78-97) en el Madison: 29 puntos en la segunda parte, 37% en tiros de campo con un 3/14 en triples. Ese talento a la hora de lanzar que les ha lastrado ya en otros partidos se manifestó con especial crudeza ante un rival especialista en sacar petróleo de las limitaciones del contrario. Total, que los Knicks acumulan tres derrotas seguidas y están 8-9 mientras que los Heat marchan 10-5, igualados con los Pacers en la carrera por seguir a los Cavaliers (12-4). Y además el equipo de Spoelstra se está perfilando como el rival más duro para los de LeBron. Por ahora, eso parece.

Porque los Heat tienen recursos, suficientes cuando tu defensa te da tanto: sin Deng, Gerald Green anotó 25 puntos que se sumaron a los 20 de Bosh y los 17 de Wade, los 9 de Winslow… y los 6 de un Whiteside que acumuló 14 rebotes y 6 tapones y promedia 11,3 y 4,8. El siguiente jugador con más tapones, DeAndre Jordan, está en 2,9 por noche. Una barbaridad. En la NBA hay ahora mismo catorce equipos, prácticamente la mitad, que no llega a los casi cinco tapones por noche del pívot de los Heat.

En Nueva York, ni Carmelo Anthony (11 puntos, 4/13, 1 asistencia…) ni Porzingis (11 puntos, 8 rebotes, 3 tapones…). Ni tampoco Calderón, que volvió a 4 puntos tras su explosión ante los Magic (23 puntos). Muy poco en general en un Este en el que les va a tocar pelear por el furgón de cola hacia los playoffs, a priori por detrás de Cavaliers, Heat, Pacers, Bulls, Bulls, Raptors, Hawks…