Los puntos en segundas oportunidades mataron a los Boston Celtics (9-8) en Orlando. Hasta 17 rebotes ofensivos de unos Orlando Magic que sacaron 26 puntos de los regalos de los visitantes (mejor marca de la temporada). Scott Skiles tiene motivos para estar contento. Y no solo por las victorias, que parece que van llegando (9-8), sino porque su pequeña revolución a tenido un efecto muy positivo e inmediato. Desde que el técnico decidió que había que cambiar la rotación y dejó a Victor Oladipo en el banquillo, los de Florida han jugado tres partidos, han sumado tres triunfos y el escolta está jugando su mejor baloncesto: 20 puntos por partido, 6 rebotes y casi seis asistencias.

En los Celtics, además del problema del rebote, Isaiah Thomas y Avery Bradley volvieron a estar demasiado solos. La pareja de exteriores está funcionando de maravilla (aunque ayer no tuvieran fortuna en los triples), pero el resto del equipo no siempre acompaña. David Lee aportó 11 puntos con un solo fallo desde el banquillo.