GRIZZLIES 99-HEAT 90

Épico Marc Gasol: 7 puntos en la prórroga con un tobillo tocado

El pívot español (23+8+6+4) aparece a tiempo para salvar a unos Grizzlies que se pasaron los últimos seis minutos sin anotar. Chris Bosh tuvo la victoria sobre la bocina.

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NBA

Los Grizzlies ya no juegan hasta el sábado así que cerrarán el año con buen regusto final: triunfo sufrido en la prórroga ante Miami Heat (99-90) y dos partidos por encima del 50% de victorias (18-16). Una birria para lo que ha sido este equipo en los últimos tiempos pero un bálsamo importante dado su discreto primer tramo de temporada. Discretísimo y con sus viejos problemas a flor de piel mientras sus grandes virtudes se difuminan: los años de Randolph y Allen o el sólo correcto tono de Marc Gasol y Mike Conley. Unos males que nada expresa tan bien como su horroroso sufrimiento para anotar por fuera y abrir la pista para que operen Marc y Randolph: sólo los Wolves meten menos triples (5,1 por noche por los 5,4 de Memphis) y nadie los tira peor: 31,5%. Stephen Curry, cosas, mete 4,7 por partido con un 44% de acierto…

Miami Heat es otro equipo que no termina de construirse, sí en lo esencial pero no en lo que le debería dar el salto definitivo de calidad. Cuando la temporada empezó a macerarse, llegó a perfilarse como el rival más duro posible para su traumático ex, LeBron James. Ahora pasa por un momento delicado, también con un juego de ataque en cuestión por culpa de un banquillo poco productivo y un aterrizaje todavía inconcluso de Goran Dragic. El partido, visto el panorama, evidenció los problemas de ambos y llegó a la prórroga esperando que alguien se decidiera a ganarlo: los Grizzlies ganaban 81-72 a falta de 6:33 y ya no anotaron ni una canasta más, sólo dos tiros libres de Randolph… a 5:38 del final. Los Heat, ante un rival que se pasó medio cuarto sin anotar y perdiendo balones, empataron casi por inercia, 83-83 tras un gancho de Whiteside a tres minutos del final. Y ya no anotó nadie más. Nada, durante tres minutos. 0/8 entre los dos equipos, incluidos en los segundos finales un fallo de Conley en un tiro que suele meter y, sobre la bocina, otro de Bosh en un gancho en carrera forzado pero que casi entró. Indulto a unos Grizzlies que llevaban un siglo sin anotar: mala noticia para los Heat.

En la prórroga emergió Marc Gasol, con evidentes problemas en un tobillo y con el espíritu de quien juega para ganar un partido importante. Para él lo era y para sus compañeros acabó siéndolo. Marc puso el tono y lo demás: 7 puntos en el tiempo extra, incluido un 2+1 circense que abrió la brecha definitiva: 96-88 a falta de 1:22. También puso en los minutos finales un par de tapones para 4 totales a los que sumó 23 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias. Un partidazo en su mejor versión, que no siempre está apareciendo en estos primeros dos meses de temporada, para un equipo que ante la sanción a Matt Barnes recuperó el quinteto grande con Randolph (17 puntos, 7 rebotes) y que incluso metió en el quinteto tras el descanso a Tony Allen: los Grizzlies de siempre, hasta donde lleguen. En los Heat, Wade (19 puntos) y Bosh (22) volvieron a acumular la producción con 5 tapones de Whiteside, un asunto que merece reconocimiento: pone 4 por partido, más que seis equipos. Y lleva 12 partidos en la temporada con al menos 5 cuando no hay ningún otro jugador con más de 3. Eso es algo, desde luego.